Cascos contra todo
El Foro de Cascos, más de lo mismo en la derecha asturiana

Francisco Álvarez-Cascos votando en una urna de cartón cuando fue elegido presidente de Foro Asturias en Pruvia. Fue la única ocasión que tuvieron para votar los militantes de Foro Asturias. Foto / Paco Paredes.
Francisco Álvarez-Cascos regresó a la política en Asturias con un discurso y un programa regeneracionista que tenía como referente a su paisano Melquiades Álvarez, el reformista más relevante de la II República. Pero de aquel espíritu, que contagió a muchos asturianos y le hizo ganar unas elecciones autonómicas, apenas queda nada dos años después. Foro Asturias es más de lo mismo en la derecha asturiana, aunque ha precipitado al PP hacia el abismo en la Autonomía.
En estos dos años Cascos no ha sabido o no ha querido formar un partido democrático moderno y mucho menos regenerador y reformista. Es un partido caudillista donde todo depende del líder y que aún no ha celebrado un Congreso autonómico y otros en sus agrupaciones locales que permitan otorgarle una mínima credibilidad democrática. En esta deriva fue perdiendo los apoyos de muchos ciudadanos, sobre todo en sectores de izquierdas y asturianistas que le votaron por posibilismo, viendo en Cascos a un político de altura capaz de acabar con la ineficacia y la corrupción de sus predecesores socialistas en el Principado.
Su efímero Gobierno decepcionó por la inacción y la incapacidad de muchos de sus miembros y Cascos se lanzó a una absurda batalla con el periódico La Nueva España, el gran poder mediático de Asturias, de la que los dos contendientes no están saliendo precisamente bien parados.
Oscurecido en la oposición, un lugar especialmente desagradable para quien no concibe la política sin el poder, Cascos parece ahora cansado y apático, como si diera la razón a los que opinan que solo regresó a la política por dinero.
Pero a pesar de ello y de estar en el punto de mira del Caso Bárcenas, porque era el «general secretario» del PP en aquella época de mordidas a los empresarios y de grandes sobresueldos de los que se benefició especialmente, las encuestas dicen que podría volver a ganar las elecciones en Asturias.
De la desaparición del «efecto Cascos» en Asturias da buena muestra la situación de Foro en Oviedo, que obtuvo unos buenos resultados electorales que obligaron a abandonar la alcaldía a Gabino de Lorenzo, el gran enemigo del ex vicepresidente del Gobierno en el PP. Pero la crisis interna de los casquistas en Oviedo, que llevó a su portavoz Arturo González de Mesa a abandonar la política, no tardó en llegar. Enfrentamientos entre los concejales y uso de dinero público para gastos privados,con regalos y viajes a costa del contribuyente, están en el origen de la crisis de los casquistas ovetenses. ATLÁNTICA XXII trató este tema en su número 25, aparecido el pasado mes de marzo. Lo reproducimos a continuación.
CON LOS 107.000 EUROS QUE RECIBE DEL AYUNTAMIENTO TAMBIÉN SE PAGARON VIAJES Y UN DESPIDO
Gastos privados con dinero público en Foro Oviedo
Foro Asturias en Oviedo vive unas terribles convulsiones internas, casi siempre con el dinero de por medio. Gastos privados pagados con dinero público, irregularidades contables y la política como modo de vida han dividido a sus concejales.
Laura Reyes y Xuan Cándano / Periodistas.
Se presentó como el partido que iba a regenerar la política en una Autonomía dominada por el “Pacto del Duernu” entre el PSOE y el PP, que denunciaba su presidente, Francisco Álvarez-Cascos; y como la respuesta de los asturianos ante el Caso Marea, aún pendiente de juicio. Un mensaje que caló en muchos ciudadanos hasta llegar a arrebatar la mayoría absoluta al PP y a Gabino de Lorenzo, entonces el rey de la derecha asturiana, en uno de sus feudos intocables: Oviedo. Pero ese mensaje esperanzador pronto se vio enfangado por el dinero.

Belén Arganza y Arturo González de Mesa delante de una manifestación del 15-M antes del primer pleno al que asistían como concejales. Foto / Mario Rojas.
Menos de dos años después la división en el grupo municipal de Foro Asturias en Oviedo, formado por siete concejales, es absoluta y el ambiente interno irrespirable. Enfrentamientos, reproches entre quienes eran buenos amigos, descalificaciones, conspiraciones y hasta odios larvados aparecen a poco que se escarbe entre los concejales casquistas. Y siempre brillan bajo este ambiente cainita el dinero y los vicios de la profesionalización de la política, contra la que Foro hizo bandera.
Un despido y viajes
Arturo González de Mesa, un abogado carbayón con fama de liberal, como su tío el diplomático Amaro, daba ese perfil de profesional que buscaba Foro. Y dio la campanada, porque arrebató la mayoría absoluta a Gabino de Lorenzo. El partido se convirtió en el primero de la oposición, por delante del PSOE. Pero fue flor de un día. González de Mesa dimitió entre acusaciones de irregularidades en las cuentas del grupo municipal.
El desfase económico aludido parece más bien una chapuza descomunal y una muestra del descontrol en la financiación de los partidos. González de Mesa había dado dinero a Foro para afrontar la campaña electoral, unos 10.000 euros, algo que hicieron muchos candidatos. Meses después de acceder al Ayuntamiento, tuvo un problema laboral en su despacho de abogado que acabó con el despido de una trabajadora. Fue demandado y no accedió a una conciliación como pretendía el sindicato UGT, que defendía a la despedida. Francisco Álvarez-Cascos intervino y convenció a Arturo de que había que pagar para tapar el asunto antes de que llegara a la opinión pública, por una cuestión de imagen política. El portavoz casquista en Oviedo accedió a abonar la cantidad cercana a 9.000 euros que le solicitaban, pero se decidió que el partido se hiciera cargo de ello descontando ese dinero del que había adelantado González de Mesa a Foro. El propio Arturo, acompañado por el también concejal Juan Pérez Zaldíbar, sacó el dinero del banco para dárselo en mano a otro edil, José Donate, que fue quien lo hizo llegar a la ex trabajadora del bufete. El que fuera candidato a alcalde dice que la política le costó dinero y que Foro aún le debe alguna cantidad, aunque no le da mayor importancia.
El interventor municipal nunca reconoció esa operación, porque los casi 9.000 euros se pagaron con los fondos del grupo de Foro en el Ayuntamiento. Son 107.000 euros anuales que cede el Consistorio, al margen de los cobros de los concejales liberados. Los casquistas tienen tres. José Donate ha aumentado recientemente su liberación hasta el 95%, un porcentaje inaudito hasta ahora en el Ayuntamiento de Oviedo, que le permite trabajar como abogado y cobrar prácticamente la misma cuantía que un concejal con dedicación exclusiva a la tarea municipal; Andrés Llavona cobra el 75% y Belén Arganza el 100%. Un concejal liberado de la oposición en Oviedo cobra algo más de 44.000 euros brutos al año.
Esos 107.000 euros son una asignación que contempla una ambigua Ley de Bases de Régimen Local y se supone que están destinados a los gastos del grupo municipal. Los partidos los usan también para contratar asesores y González de Mesa llegó a fichar como tal a una trabajadora de su despacho, nombramiento aprobado en el pleno de enero de 2012 y rescindido unos meses más tarde. En Foro Oviedo esa partida económica se convirtió en un botín y en una fuente de conflictos. Al principio ese dinero se pasaba casi íntegramente a la dirección del partido, algo que solo defendían en el grupo municipal González de Mesa y Zaldívar. Tras la marcha del candidato municipal ya no es así y el grupo se queda con la mayoría del dinero. Y su utilización no siempre parece obedecer a los gastos políticos, sino a los privados. Esta revista logró acceder a una factura de un viaje a Ibiza con la agencia Solius, de 381 euros, que Belén Arganza remitió al partido. Algunos miembros de Foro dicen que no es la única. Varios de ellos aseguraron a ATLÁNTICA XXII conocer otras de regalos de Navidad de El Corte Inglés de José Donate y un par de estancias de hotel en Castilla de Andrés Llavona. Y se habla de otras más suculentas, aunque otras voces del partido aluden a viajes de trabajo y a que esas facturas no llegaron a hacerse efectivas. Entre ellas se habla de un viaje laboral a Fitur de la concejala Belén Arganza.
Juan Pérez Zaldívar, que fue apartado de su cargo de tesorero y de sus puestos en las comisiones municipales por su propio grupo, alertó a la promotora local primero y a la dirección de Foro más tarde de todas estas y otras irregularidades que al parecer conoce pero no hace públicas. Sin éxito alguno hasta el momento, porque nadie ha auditado o tomado medidas sobre la gestión económica de los concejales casquistas ovetenses. Con la marcha de Arturo González de Mesa las acusaciones de irregulares contables quedaron diluidas. Aunque el ex portavoz sigue aguantando reproches, por aquella singular retirada de fondos. “Lo que Arturo dio al partido ¿qué era, una donación o un préstamo?”, se pregunta uno de los que fueron sus compañeros, que insiste en que “siguen faltando más de 8.000 euros del grupo municipal, porque es una cantidad aún sin justificar que no reconoce el interventor”.

Andrés Llavona, Juan Pérez Zaldívar, José Donate, Belén Arganza y Cristina García-Pumarino, concejales de Foro Asturias en Oviedo. Foto / Mario Rojas.
Foro/PP y el dinero
Pero esto son minucias comparado con las grandes operaciones que, según Arturo González de Mesa confiesa a sus allegados, explican la dimisión del portavoz municipal. Captado por la ex diputada del PP y casquista Alicia Castro Masaveu para encabezar la candidatura de Foro, González de Mesa fue un ardiente opositor al proyecto de Gabino de Lorenzo de construir un macroaparcamiento bajo el Campo de San Francisco para zanjar el millonario problema de la deuda provocada por la expropiación de Villa Magdalena. Defendía así los intereses de la ciudad, que veía peligrar su gran mancha verde, pero también los de la familia Masaveu, que explota el aparcamiento de La Escandalera.
En aquellas fechas González de Mesa tuvo un intento de soborno en su despacho. Una mujer sin identificar se presentó para ello a primera hora de la mañana. No accedió y lo puso en conocimiento de Álvarez-Cascos. Frenado el proyecto, González de Mesa se sintió abandonado e intuyó que dejaba de interesar, porque el PP inició un acercamiento interesado a Foro para evitar que esos vetos se repitieran. Piensa que el primer logro de esa entente PP-Foro, que ya es bien visible y para la que estorbaba, fue la asunción de la deuda de 32 millones de euros de Cinturón Verde en los Presupuestos municipales, gracias a la abstención casquista. Pelayo Roces alentaba ante el grupo municipal esa abstención. Tras su salida del Consistorio, González de Mesa aseguró que él “nunca hubiera aceptado esa deuda”, que compara con la cuenta suiza del ex tesorero del PP Luis Bárcenas.
El rechazo de González de Mesa a sus ex compañeros, con excepción de Pérez Zaldívar, es mutua, aunque continúa afiliado al partido. Su dimisión “voluntaria” vino precedida de una auténtica rebelión de sus compañeros en el Ayuntamiento contra él. Una tumultuosa y tensa reunión de la promotora local decidió su salida. Al parecer, en el PP estaban tan pendientes que el concejal Gerardo Antuña esperaba la decisión que cortaba la cabeza a González de Mesa al lado del lugar de la reunión y expresó a otros concejales foristas su malestar por la tardanza: “Dijisteis que iban a ser cinco minutos y duró más que el parto de una burra”.
Hace unas semanas, en la última reunión de la promotora de Foro en Oviedo, José Donate, en su ausencia, llamó delincuente a González de Mesa. También se le reprocha machismo, recordando aquel incidente grotesco en las fiestas de San Esteban de las Cruces, cuando supuestamente soltó improperios sexuales a dos compañeras foristas concejalas, Belén Arganza y Cristina García-Pumarino Ramos. Con otros altos dirigentes del partido también tuvo abiertos enfrentamientos. El diputado Enrique Álvarez Sostres le espetó en una reunión: “Yo nunca tuve confianza en ti”. De José Luis Magro dice que se convirtió en su enemigo por negarle un puesto de trabajo en su despacho a un hijo. Su vehemencia también le costó disgustos, no solo en su partido. Es bien conocido el enfrentamiento que mantuvo con uno de sus opositores políticos, el ahora alcalde Agustín Iglesias Caunedo, con el que casi llega a las manos al término de un pleno municipal.

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