Afondando
#mujeresRTVE, rebelión femenina contra la manipulación (I)
Recientemente RTVE ha vivido unos meses de agitación en los que muchas cosas han cambiado y que todavía determinarán el futuro más inmediato de los profesionales de la comunicación de este país. Desde los años convulsos del PP en los que el ente público ha sido acusado de manipulación, hasta los recientes episodios para elegir un director por parte, principalmente, de PSOE y Unidos Podemos, y que han terminado confirmando a Rosa María Mateo como administradora de la radio y televisión públicas, por el medio, las mujeres se han rebelado contra la manipulación y también contra la desigualdad. Algo de lo que se ocupó ATLÁNTICA XXII en el número de julio, y que, a pesar de la aparente calma actual, permite analizar la importancia de lo que, sin duda, ha sido un movimiento feminista dentro de los medios de comunicación, de enorme importancia para poder comprender donde nos encontramos ahora.

Parte de la plantilla durante las protestas de los #viernesnegro.
Elena Plaza / Periodista
En enero Carrie Gracie, editora de la BBC en China, denunciaba que la cadena británica pagaba mejores salarios a los hombres que a las mujeres por realizar el mismo trabajo. El 8 de marzo las calles de cientos de localidades se teñían por una marea morada que pedía igualdad.
Las #mujeresRTVE no fueron menos y también se sumaron a esta jornada histórica haciendo huelga, en lugar de los paros de dos horas propuestos por los sindicatos mayoritarios, superándolos en movilización y compromiso, toda una apuesta por el periodismo libre y el servicio público. Y se vio su fuerza, su enorme energía. Y se decidió canalizarla. Y surgió esta plataforma reivindicativa de los espacios para las mujeres y por una radiotelevisión pública plural libre de manipulaciones, e inclusiva, ya que está abierta a todas aquellas personas que se quieran sumar a sus ideales.
“Lo que cambió ahora, a pesar de que hay denuncias que vienen de antes, es que las mujeres hicimos uso de nuestra propia voz. Ellos están detrás en las fotos, pero el protagonismo queríamos cogerlo nosotras”, explica Paqui González, redactora del telediario nacional en Canarias y una de las portavozas de la plataforma. Los objetivos: una radiotelevisión pública plural, libre de manipulaciones y con mayor representatividad de las mujeres.

#mujeresRTVE nace para combatir la desigualdad salarial y los techos de cristal y para pedir más presencia femenina en las tertulias y en los despachos.
Reivindicaciones
Si algo destaca en este movimiento con una gran presencia en redes sociales es que, por primera vez, aglutina a prácticamente todas las mujeres de la radiotelevisión pública, más allá de ideologías, puestos de trabajo y otras reticencias. Bajo un mismo paraguas periodistas, documentalistas, integrantes del coro, cámaras… Todas ellas hartas de ser las segundonas en una plantilla en la que la mitad o más son mujeres y que está dirigida desde despachos con corbatas.
Lejos quedan aquellos años donde Pilar Miró (1986/89), Carmen Cafarell (2004/07) o la fugaz Mónica Ridruejo (1996/97) dirigieron el ente, las dos primeras bajo gobiernos socialistas, la tercera popular. “En 40 años tres mujeres, ¿es que ninguna está preparada?”, pregunta González. Es lo que se llama techo de cristal, que da igual los méritos o la valía, pesa mucho más la condición como mujer para no pasar de un tope en el escalafón. Y ésta es una de sus reivindicaciones.
Porque #mujeresRTVE nace para combatir la desigualdad salarial y los techos de cristal y para pedir más presencia femenina en las tertulias, en los despachos, más expertas y más perspectiva de género. Porque se sigue pensando en masculino. Paqui González, afirma que “esto pasa por conseguir una RTVE más plural”. Sin perder de vista que hablamos de un medio público que representa a toda la sociedad, con su variedad ideológica, y que es quien la paga. Hablamos del derecho a la libertad de información de la ciudadanía, pero también del derecho a informar de su plantilla sin la obligación de seguir directrices y criterios en absoluto periodísticos.
La desigualdad también se traduce en la brecha salarial, como en tantas otras profesiones. ¿Cómo ocurre esto si se cobra por convenio, y más en una empresa pública? La respuesta es bien sencilla: “el truco está en los complementos salariales. Y además si las mujeres no llegan a jefas de informativos, esto también marca la diferencia”, explica la periodista canaria. Sin olvidar la perspectiva de género, con la mínima presencia de mujeres expertas y tertulianas, frente a mesas redondas propias de los estereotipados cotilleos femeninos como el ‘Entre amigas’ de Inés Ballester en ‘Saber vivir’.
Reclaman desde #mujeresRTVE una mayor perspectiva de género que se vea reflejada tanto en los informativos como en el resto de programación del ente. Señala González que “hablamos de informaciones muy sensibles, como la violencia de género y el ejemplo de la sentencia de La Manada. No se debe relegar una información de violencia machista al minuto 40 porque hay que visibilizar lo que está pasando, como ocurre con las protestas de las jornaleras de la fresa.
Que se hable de lo que nos afecta, que se meta en la escaleta en el momento y tiempo justo. Y con el tratamiento que se merece, obviando declaraciones del tipo ‘era una persona muy normal’. Pero no sólo hablamos de asesinatos o violaciones, sino también de deportes donde también compiten ellas. En el fútbol son invisibles”. Igual que en la ciencia, en el mundo empresarial, económico…
Mucho talento desperdiciado
“Hay muchos hombres y también los sindicatos luchando, pero todo esto no saldría si no están las mujeres canalizando toda su energía. En general somos más valientes. Tras el 8M ya no nos callamos, precisamente porque tenemos potencial y mucha creatividad. Somos muy trabajadoras, madres, cuidadoras… acostumbradas a luchar por lo que queremos. Eso nos ha dado la fuerza. Hay mucho talento desperdiciado y por eso decidimos poner en marcha nuestra propia campaña”, relata Yolanda Álvarez, corresponsal de guerra defenestrada por su labor, hoy en el programa ‘En portada’.
“Estoy segura que la mitad de los conflictos bélicos no existirían si nosotras estuviéramos al frente porque somos más dialogantes, con una perspectiva más constructiva. La mujer da la vida, no la quita. Tenemos esa manera de poder con todo”, añade convencida de que no se trata de genética, sino de que “para llegar al mismo sitio debemos demostrar mucho más. Hay cosas que se le presupone al hombre, por ejemplo las corresponsalías de guerra se les dan antes a ellos que a nosotras, y las mejores coberturas están hechas por mujeres porque aportamos otros puntos de vista”.
La lista de mujeres corresponsales contempla a figuras como Rosa Calaf, Rosa Molló, Anna Bosch, Carmen Sarmiento… no porque sean mejores “sino porque brillan mucho más para llegar al mismo sitio. Cuando llegas, has demostrado todo lo que vales”, concluye.
“DA IGUAL QUIEN MANIPULE”
“Sin periodismo no hay democracia”. Y es que una de las funciones básicas del periodismo es la de perro guardián de la democracia. Y esto es lo que reclaman las trabajadoras y los trabajadores de RTVE, no sólo #mujeresRTVE, no sólo aquellas personas que salen delante de la cámara, aunque sean las más visibles.
“El gran problema son los vaivenes políticos”. A nuestra radiotelevisión le pasa lo mismo que a la Educación y la Sanidad, que no están sujetas a verdaderos Pactos de Estado. Y hablamos de derechos fundamentales, así reconocidos en la Constitución. “Los medios de comunicación se utilizan como herramienta para los intereses de cada cual. Esto no se trata de ir contra el PP, sino de cualquiera que intente manipular”, señala Paqui González
Y esto es lo que viene haciendo el PP desde 2012. “La manipulación en RTVE es endémica, pero con la llegada de Zapatero esto cambia por ley en 2006 y se empieza a trabajar con un presidente de consenso”, explica la redactora. Por esta ley se crean los Consejos de Informativos para denunciar la manipulación y las malas prácticas, que incluso han llegado hasta el Parlamento europeo para visibilizar esta situación acentuada tras el Gobierno de Mariano Rajoy.
Con la llegada de los populares al Gobierno en 2012 se cambia la ley y nombran a José Antonio Sánchez nuevo presidente, votante confeso del PP, el hombre que desmanteló Telemadrid, imponiendo un ERE y nombrando a dedo a los afines y despidiendo a los enemigos. Esta política de premiar a los obedientes y castigar a los buenos periodistas se lleva también a cabo en la cadena estatal, creando, entre otros ejemplos, redacciones paralelas para las que se contrata a personal afín o jóvenes que acatarán las órdenes con tal de no perder el trabajo ante la negativa de los de la casa a firmar o cubrir determinadas informaciones manipuladas.
El pasado mes de septiembre se llegó a un acuerdo por los partidos con representación parlamentaria para elegir una presidencia por consenso y concurso público, que garantizara la independencia. Pero el PP bloqueó este acuerdo y el pasado 12 de junio, ya con el nuevo gobierno socialista de Pedro Sánchez, cuando debía votarse en el Congreso de los Diputados el desbloqueo, introdujo un cambio basado en un informe de los letrados, en el que se contempla una comisión de doce expertos que elegirían por concurso público al nuevo presidente, cuando se había hablado de entre quince y diecisiete. De esos doce el PP elegiría a seis, repartiéndose los otros seis el resto de partidos consiguiendo que un solo partido pueda decidir, justo lo contrario a lo pretendido.
“Parece ser que el PP estaba pidiendo tiempo para sumarse pero solo son argucias para retrasar el proceso. Las maniobras apuntan a que quieren aferrarse al control de RTVE”, denuncia Yolanda Álvarez. Del gobierno de Sánchez se espera que el cambio en los medios públicos se una de sus primeras realidades.
PUBLICADO EN ATLÁNTICA XXII Nº 57, JULIO DE 2018

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