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Atlántica XXII

Rosa Díez inicia la “Reconquista”

Cascos contra todo

Rosa Díez inicia la “Reconquista”

 

Rosa Díez con Ignacio Prendes durante la campaña electoral / Foto: Mario Rojas

Daniel Ripa. Investigador Severo Ochoa-FICYT en el Departamento de Psicología de la Universidad de Oviedo. UPyD fue un proyecto constituido a partir de políticos e intelectuales vascos –en muchos casos, emigrados o exiliados a Madrid- que reclamaban mayor dureza en la posición nacionalista española del Gobierno central de Zapatero, en lo que denominaban la lucha contra el “nacionalismo obligatorio”.

Surgido inicialmente en San Sebastián con el impulso de la Plataforma Pro, donde, además de la eurodiputada del PSOE Rosa Díez, se integraron intelectuales como Fernando Savater, el portavoz de Basta Ya! Carlos Martínez Gorriarán, o el entonces presidente del Foro de Ermua Mikel Buesa. Basta Ya, por su parte, ya había unificado en los años anteriores a militantes del PP y del PSOE en plena ofensiva de la izquierda abertzale. El éxito de Ciudadans en Catalunya, que había entrado en el Parlament Catalán un año antes, servía de espejo.

A partir del carisma de Rosa Díez (y el resentimiento de ésta hacia Zapatero, quien la derrotó y apartó de la Secretaría General del PSOE), comenzaron a abrirse espacio dentro del centro izquierda, entre los sectores social-liberales menos conformes con el proceso de negociación del Gobierno con ETA. Sus demandas de primacía del castellano frente a las lenguas minorizadas o de re-centralización del Estado de las Autonomías, recibieron el eco de los medios situados en la derecha de la derecha del espectro mediático (El Mundo, la COPE, Libertad Digital), lo que les acercó a un electorado situado a la derecha del PP y para el que este partido no llevaba un discurso suficientemente firme contra el Estado autonómico y los nacionalistas.

Inmersos en ese discurso anti-nacionalista y centralizador, UPyD sólo conseguía establecerse en Madrid y en el Parlamento Vasco (Araba), no conectando con el voto territorial de provincias en el Estado. El 15-M rompe esa inercia para este partido. La explosión de los escándalos de corrupción de la Gürtel, unido a las demandas de transparencia política, rechazo a la profesionalización de los políticos, o la reforma de la ley electoral, le ha acercado a nuevos nichos electorales, como jóvenes o ciudadanos ‘hartos’ del bipartidismo y de la impunidad de la corrupción. Abierto a un nuevo espacio político, UPyD aún se encontraba fuera de todos los parlamentos autonómicos y Ayuntamientos a excepción de Madrid, con la excepción del diputado en el Congreso por Valencia, Toni Cantó -territorio donde existe un voto anti-catalanista, la corrupción está siendo más visible y donde el 15-M también ha exhibido una notable fortaleza.

En este contexto, las elecciones a la Xunta Xeneral del Principaú d’Asturies suponían una oportunidad única, tanto por la fecha de celebración como por el exiguo 3% requerido para entrar en el Parlamento (comparativamente con otras circunscripciones), lo que les ha llevado a volcarse económicamente en esta CCAA. La entrada en la Xunta les permite diversificar su discurso político, sectorial y territorialmente, así como crear un espacio político propio, por ejemplo, a partir de romper el silencio ante el caso Marea, que afecta por igual a PP y PSOE, o ante las acusaciones de vinculación de Cascos con la corrupción (¿es Paco Álvarez Cascos las siglas P.A.C. en la Gürtel?). Por otra parte, a partir de ahora se pueden presentar como un proyecto estatal centralizador con base territorial. Rosa Díez va a estar muy presente en Asturies. Ya no es una vasca ‘unionista’ o una madrileña con ganas de ganar más poder central.

Las últimas elecciones en Asturias no despejaron el panorama político. Foto: María Arce

Sin embargo, la transversalidad que UPyD ha mantenido estos años también ha llegado a su fin una vez que su candidato Ignacio Prendes ha terminado teniendo la llave en el Parlamento. ¿Se abstendrá y llevará a Asturies a una nueva convocatoria electoral? ¿Apoyará a la lista más votada y su coalición con Izquierda Xunida? ¿Cómo influiría eso en sus electores madrileños situados más a la derecha? Por el contrario, ¿votaría a favor de la investidura de Álvarez-Cascos, en coalición con el PP? ¿Eso no espantaría a su electorado más joven que ha recurrido a UPyD demandando más democracia y transparencia? Desde el momento en que Asturias se va a convertir en el escaparate electoral del partido de Rosa Díez, la decisión que tomen influirá en la configuración de este partido en los próximos años en el conjunto del Estado. Los medios de comunicación de Madrid se encargarán de recordárselo.

Para el PP, un partido sin implantación territorial en Asturias, el futuro era bien oscuro tras las elecciones. Había perdido la batalla por la hegemonía conservadora: si FAC alcanzaba la Presidencia, podía haber Cascos para rato. Gobernar en Asturias en coalición bajo las condiciones de una personalidad tan expeditiva como la de Álvarez Cascos suponía arriesgarse a difuminarse como partido. Rechazando el ofrecimiento de éste para gobernar, pudiéndolo hacer, se enfrentaban a un descalabro entre su base de votantes que no comprendería por qué estarían dejando vía libre a la izquierda.

UPyD ha ofrecido a Rajoy una solución en este embrollo. Y es que Rajoy no tiene ningún incentivo en interesarse por las demandas de Rosa Díez (reforma de la ley electoral, medidas anti-corrupción) para apoyar al bloque FAC-PP, si además eso implicaría el reforzar a alguien tan incómodo como Cascos. Además, como repetía con cierta razón el ex ministro de Fomento, Asturias cada vez tiene un peso más ridículo en el Estado.

De hecho, que UPyD finalmente se decante por el PSOE supone una situación ideal para Rajoy. Por un lado, cierra la salida de votantes de la derecha hacia UPyD, una coyuntura probable cuando la crisis, el desempleo o los recortes sociales aumenten la presión hacia los populares. Habrá conseguido mostrar que Rosa Díez sólo era una socialista que finalmente volvería al redil. Por el otro, consigue descabalgar a Cascos del gobierno. Sabe que, en la oposición, se aclara su salida de la vida política asturiana. Darle la presidencia daría alas a Foro Asturias, regalándole la hegemonía futura de la derecha. Sin ella, FAC no es nada. Por el contrario, el pacto con UPyD, reforzaría tanto la salida de votantes de su partido hacia ellos, como la disolución de su partido en Asturias. Sólo la obtención de la Presidencia por Mercedes Fernández le daría un aliciente. Pero, ¿a Rajoy le importa tanto Asturias?

Desde el punto de vista de UPyD, parece seguro que es un cáliz ante el que tal vez les hubiera gustado no tener que beber: el precio a pagar por su influencia en la Xunta Xeneral será el ser obligados a definirse y, con ello, el abrirse o cerrarse puertas en el futuro en el resto del Estado.

 

 

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1 Comment

1 Comment

  1. Saverio

    viernes, 13 abril (2012) at 12:44

    Ante la situación en que se encuentra UPyD su hoja de ruta es «de manual»:
    Plan A. No decantarse por ninguno de los dos partidos hegemónicos so pretexto de un «gobierno de coalición ante la situación crítica». Es decir continuar el PPSOE tan jaleado por la prensa heredera del yugo y las flechas.
    Plan B. Ante la imposibilidad de llevar a cabo lo anterior:
    1. Votar la investidura de Javier Fernández a cobijo de su promesa de apoyar la lista más votada, pero no mojarse formando parte del gobierno.
    2. Salvar la cara proponiendo una comisión del Caso Marea cuya efectividad es un «Deja Vu» como apunta el llamarlo caso Renedo.
    3. Votar en el parlamento regional unas veces a favor del PSOE y otras del PP, según la meteorología política y realizar propuestas que puedan ser aprobadas por el PPSOE.
    «Cosas veredes…»

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