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Ruperto Iglesias: «Es urgente una reforma legislativa para garantizar un futuro del cooperativismo asturiano»

Ruperto Iglesias.
Redacción
@AtlánticaXXII
La economía social cuenta en Asturias con unos 5.300 empleos gracias al esfuerzo que se realiza desde 327 sociedades laborales y 197 cooperativas. Ruperto Iglesias, presidente de la Agrupación de Sociedades Asturianas de Trabajo Asociado y Economía Social (ASATA) cuenta que asesora fundamentalmente a personas de 30 a 45 años que desean transformar compañías en dificultades y que la mayor parte de quienes les piden consejo para emprender son mujeres. Pide al Gobierno Asturiano que asuma la implicación con el sector de los Ayuntamientos de Oviedo y Gijón y «eliminar algunas de las trabas burocráticas que minoran el desarrollo del movimiento cooperativista asturiano».
-¿Qué impacto tienen las cooperativas y el resto de empresas asociativas en Asturias?
-Permítame primero hablar de las magnitudes de conjunto de la Economía Social. El sector constituye un fenómeno global que supone el 7% del PIB y del empleo a nivel mundial. En la UE existen más de 2,8 millones de empresas de Economía Social (10% del total del tejido empresarial) que producen el 8% del PIB, lo que la configura como un actor empresarial en expansión. Entre 2003 y 2015 los puestos de trabajo en la Economía Social europea se incrementaron de 11 a 13,6 millones. En España, los datos del sector no son menos relevantes. En la actualidad existen más de 43.000 empresas y entidades de Economía Social, que dan empleo a más de 2.300.000 personas y suponen un 10% del PIB español. En Asturias, la economía social cuenta con 524 empresas, de las cuales 197 son cooperativas y 327 sociedades laborales, las cuales generan más 5.300 empleos.
-¿En qué sectores tienen mayor presencia?
-Aunque inicialmente la economía social se enmarcó en el sector industrial, en el contexto de crisis del inicio de los años 80, en el que los trabajadores tuvieron que hacerse con la propiedad de las empresas, durante todos estos años gran parte de las cooperativas y sociedades laborales asturianas han desarrollado una importante presencia en el sector servicios, especialmente en servicios a las empresas, aunque no es menos cierto que, estas fórmulas de hacer empresa, tiene presencia en todos los sectores productivos.
-¿Qué perfiles se animan más a emprender?
-Principalmente nos encontramos que las personas a las que asesoramos tienen una edad comprendida entre 30 y 45 años, poseen una experiencia laboral previa. Asimismo, a ASATA también están llegando grupos de trabajadores de empresas en crisis que desean acometer un proceso de transformación de una empresa de capital, a punto de cerrar, en una empresa de economía social recuperada y gestionada por la plantilla de personas que la componen. Por otra parte, la economía social se ha configurado como un espacio de emprendimiento idóneo para mujeres. En nuestro sector, la tasa de empresas lideradas por mujeres, y los datos de empleo femenino, son superiores a los de las empresas convencionales. La economía social se configura como un espacio de igualdad, y así lo demuestran las empresas asturianas creadas por mujeres. Sirvan como ejemplo dos cooperativas, Aydo y El Orrio, ambas del sector servicios y especializadas en la ayuda a las personas. Son dos empresas de amplia proyección y reconocido prestigio, conformadas y dirigidas por mujeres, que trabajan en ayuda a domicilio en Lena y Tapia de Casariego y que ya han recibido diversos premios por la calidad de sus servicios y por ser pilares de sus municipios por su contribución al empleo.
En nuestro sector, la tasa de empresas lideradas por mujeres, y los datos de empleo femenino, son superiores a los de las empresas convencionales
-¿Qué papel juegan en esta materia las administraciones públicas asturianas?
-En nuestra opinión, las administraciones públicas, especialmente la autonómica, deberían hacer una apuesta mucho más decidida y comprometida con el sector. Necesitamos que las administraciones asturianas se comprometan a articular programas de desarrollo, capacitación y visibilización de la economía social a través del apoyo a la formación permanente, a la incorporación del modelo de empresa en el currículo escolar, así como en otros espacios y programas de promoción del emprendimiento colectivo de la administración asturiana. Asimismo, se hace necesario impulsar la formación y capacitación de promotores y responsables de empresas de Economía Social, poniendo especial énfasis en el impulso al liderazgo y al empleo femenino, a la integración de colectivos en riesgo de exclusión social y al emprendimiento en Economía Social como elemento de desarrollo en áreas rurales y territorios desfavorecidos. La economía social debe trabajar conjunta y coordinadamente con las entidades municipales, que son quienes sufren directamente las consecuencias de la destrucción de empleo o de la marcha de empresas. En la Economía Social disponemos de las herramientas necesarias para consolidar un tejido empresarial anclado en las ciudades y enraizado en los territorios rurales. Sin duda es un trabajo duro, pero creo que desde nuestro sector tenemos mucho que aportar a la hora de afrontar actuaciones que contribuyan a paliar el despoblamiento de las zonas rurales para desactivar la bomba demográfica a la que se enfrenta nuestra autonomía. Para tan amplio objetivo, desde ASATA hemos empezado a trabajar mano a mano con la Red READER de Asturias de cara a desarrollar actuaciones de emprendimiento en los entornos rurales para fijar población y riqueza en esas zonas. En la parte positiva cabe destacar el papel que han jugado dos grandes ciudades asturianas, caso de Gijón y Oviedo, que han apostado por nuestro modelo de hacer empresa y recogen sus frutos en forma de empleo de calidad y servicios a los territorios. Sirva como ejemplo el proyecto Serenos, una idea de inserción laboral que nació hace casi veinte años y que Oviedo adoptará en próximas fechas.
-¿Se pueden combinar el beneficio económico y el social?
-Sí. La Economía Social ha afirmado en los últimos decenios su capacidad para contribuir eficazmente a la resolución de los nuevos problemas sociales. Y se ha consolidado como una institución necesaria para la estabilidad y la sostenibilidad del crecimiento económico, el ajuste entre los servicios y las necesidades, la revalorización de la actividad económica al servicio de las necesidades sociales, la distribución más equitativa de la renta y la riqueza, la corrección de desequilibrios en el mercado de trabajo. En suma, la profundización de la democracia económica.
-¿Por dónde pasa el futuro del cooperativismo asturiano?
-En primer lugar, para garantizar un futuro del cooperativismo asturiano, urge la reforma de la Ley Asturiana de Cooperativas, que necesita una adaptación al nuevo escenario socioeconómico y, además, modificar su articulado para eliminar algunas de las trabas burocráticas que minoran el desarrollo del movimiento cooperativista asturiano. En ese aspecto, la reformulación de la norma que rige al sector debe prever en su nueva redacción la figura de la microcooperativa, una sociedad de primer grado perteneciente a la clase del trabajo asociado y que pueda estar integrada por un mínimo de dos y un máximo de diez socios trabajadores de duración indefinida, a jornada completa o a tiempo parcial. Esta fórmula ha dado unos más que interesantes resultados en otras comunidades autónomas que han desarrollado legislación para darle amparo a esta opción, convirtiéndose en un motor de emprendimiento colectivo.
-¿Cuáles son las causas más comunes de creación de cooperativas? ¿Qué cree que necesitan para triunfar?
-Las causas más comunes de creación de sociedades laborales, y de cooperativas, son varias, pero principalmente están relacionadas con personas que quieren luchar por su futuro, que quieren ser los protagonistas de su desarrollo profesional y personal, que desean incorporar a su actividad empresarial valores de responsabilidad social, conciliación, igualdad, democracia empresarial y capacidad de diseño de las líneas de trabajo de su empresa.¿Para triunfar? Las personas que emprenden nos vienen demostrando que poseen talento y ganas que pueden conducir al éxito su actividad, pero no es menos cierto que vemos la necesidad de que exista un mayor apoyo institucional para la constitución, la consolidación y un mejor acceso al crédito para el normal desarrollo de las nuevas actividades.
Es necesario un mayor apoyo institucional para la constitución, la consolidación y un mejor acceso al crédito para el normal desarrollo de las nuevas actividades.
-¿Podría poner algún ejemplo?
-Pongo dos. Por un lado, Kikiricoop Sociedad Cooperativa. Esta empresa es ejemplo de cómo la economía social supone un elemento fundamental para propiciar el arraigo en los territorios y el desarrollo rural. Desde Kikiricoop han conseguido hacer muchas cosas, pero destaca su producto estrella, la Asturcilla, una crema de cacao que ha dado el salto y ha sido reconocida más allá de Asturias. Y por otro lado, Tukan Somos Impresores S.L.L., que es una muestra de como un grupo de personas, con elevadas capacidades y dilatada experiencia, han sabido situarse en un mercado maduro y complejo, como es el de las artes gráficas, y hacer viable una actividad empresarial para más de 20 personas desde una sociedad limitada laboral, superando un proceso de crisis empresarial de la empresa de la que procedían.
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