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Amadeu Casellas: “Los presos son los esclavos del siglo XXI”

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Amadeu Casellas: “Los presos son los esclavos del siglo XXI”

Amadeu Casellas en Vic, donde vive. Foto / Toni Coromina.

Amadeu Casellas en Vic, donde vive. Foto / Toni Coromina.

Amadeu Casellas, el anarquista que estuvo preso 22 años por haber robado bancos en su juventud para repartir el dinero con las familias pobres, acaba de publicar su libro Un reflejo de la sociedad. Crónica de una experiencia en las cárceles de la democracia. En este “diario” cuenta su vida en las cárceles españolas, explica cómo organizó a los presos para obtener conquistas sociales pero también denuncia la corrupción, las mafias, el tráfico de influencias y el negocio a través de organismos como el CIRE, del que la familia Pujol-Ferrusola se benefició.

Fernando Romero / Periodista.

¿Las cárceles son un negocio?

Por supuesto, un negocio redondo para muchos empresarios. Les proporcionan personal, no necesitan una fábrica, no pagan luz… lo hacen sentados desde el despacho y tienen toda la gente que necesitan a su servicio. Luego te echan al paro sin indemnización. Además se ahorran mucho en sueldos porque no pagan más de 300 euros.

¿Quién se beneficia?

Varias empresas. La más importante El Corte Inglés, que utiliza a los presos para confección textil. Los presos cosen para ellos y cobran poco y el material que producen luego lo venden a las propias cárceles. Florentino Pérez también ha sacado tajada. Ha construido 30 cárceles para el Estado.

En su libro denuncia ese negocio, da nombres y apellidos y denuncia tráfico de influencias y corrupción a gran escala. ¿Ha tenido problemas por publicarlo?

Todo lo que digo es verídico. No hay trampa. Salen nombres de carceleros que han sido directores de cárceles. Hablo de la estructura piramidal del CIRE, un entramado creado en el entorno de la familia Pujol-Ferrusola, que cobraban sin hacer nada. También sirve para pagar favores, como el caso de Santiago Martínez, cesado de la prisión de Lérida y ahora con un cargo en el CIRE.

¿Qué es el CIRE y cómo funciona?

Vienen de todas las cárceles de España a conocer el modelo. Antes los economatos vendían productos a precio de coste con un 5% más. El CIRE ha cambiado el nombre de los economatos y los llama boutiques, con precios muy elevados. Por ejemplo, el agua te cuesta 30 céntimos en la calle y en la cárcel 60, lo mismo con los refrescos y otros productos. Se han disparado los precios. Nadie sabe dónde van esos beneficios. La cárcel de Punent facturó 5,4 millones de euros el año pasado. Contamos que de esa cantidad 400.000 euros van para presos y los 5 millones restantes para gente que se enriquece. En Lérida los carceleros llevan coches 4×4 de alta gama y algunos con piscina en su casa. Sus sueldos no dan para eso. Pedí una auditoría para el CIRE y me dijeron que estaba loco, que funcionaba como una mafia y me jugaba la vida.

¿Cómo son las cárceles de la democracia?

Son cárceles heredadas del franquismo. Cuando yo ingresé en prisión en Cataluña los carceleros iban vestidos de militares. Tras el triunfo del PSOE, en 1982, se cambiaron de ropa y en eso consistió el cambio “democrático”. Siguen siendo los mismos, pero ahora usan métodos más eficaces para adormecer a los presos: las drogas legales que salen de las enfermerías de las prisiones, porque lo que quieren es un patio dormido que no les dé problemas.

¿Por qué le detuvieron?

Por pertenencia a banda armada, atracar bancos y tenencia ilícita de armas. Con el dinero que expropiábamos a los bancos pagábamos la infraestructura del grupo, propaganda, etc. y otra la entregábamos a familias necesitadas, con muchos hijos y que tenían problemas de subsistencia.

¿Cuántas fugas protagonizó?

Tres, en la Modelo de Barcelona, en Gerona y en Figueras. Luego tuve muchos más intentos, por el tejado y haciendo túneles.

¿Y eso le agravó las condenas?

No, si las fugas son limpias y no hay violencia contra personas no te ponen más años.

¿Conocen los ciudadanos la realidad de las cárceles?

Para nada. Se manipula mucho la información sobre las cárceles. A veces intentan hacer un reportaje televisivo pero lo preparan todo para dar una imagen que no es real, con talleres inexistentes, hablando con presos a los que les queda poco para salir y por tanto no van a decir nada malo. Escogen bien a las personas.

Trabajos forzados

¿Quién entra hoy en las cárceles?

Los pobres nunca salen y los ricos nunca entran. Hoy vemos desfilar a políticos, banqueros, empresarios corruptos, el Caso Gürtel y otros… pero ves que sus procesos se alargan y no acaban de entrar en prisión y si entran, como Galindo, luego les indultan. La mayoría de los presos tienen delitos comunes, pero como no tienen dinero para defenderse se quedan allí. Es una realidad que se esconde, por eso no quieren que los periodistas entren en las cárceles. Estoy de acuerdo en que el que delinque tiene que pagar, pero la Constitución habla de derechos y deberes de los presos y también de reinserción, de que no se lleve a los presos lejos de sus familias… pero no lo tienen en cuenta.

En su libro explica cómo organizó a los presos para obtener conquistas sociales dentro de las cárceles. ¿Cuáles fueron los logros de estas luchas?

Estoy satisfecho. Conseguimos la reforma del Código Penal al reducir el tiempo en prisión para personas aún no juzgadas (antes podías tirarte años). Mejoramos el reglamento penitenciario de 1981 de comunicación con el exterior. Llevamos a cabo pequeñas batallas que fueron dando sus frutos. Una de ellas fue que nos reconocieran la seguridad social. Planteamos una denuncia en Lérida y ganamos el juicio. Luego se produce un efecto dominó y en 1993 se extiende a todas las cárceles. Sin embargo, con el tiempo utilizaron argucias y trampas porque veían que entraban en las cárceles muchos inmigrantes sin papeles y al darles la seguridad social los legalizaban. Para evitarlo, lo que deciden es que ese número solo es válido dentro de la cárcel y cuando salen siguen sin papeles.

¿Se explota a los presos?

Es la esclavitud del siglo XXI. Realizan trabajos forzados. Son mano de obra barata y cuando quieren te despiden. 77.000 presos es mucha mano de obra fácil para los empresarios. Son trabajos forzados porque si te niegas a trabajar mandan un informe al juzgado de Vigilancia Penitenciaria, te impiden la reinserción y te quitan permisos.

¿Se tortura dentro de las cárceles?

Sin duda. Son torturas psicológicas. Ahora son más finos que antes. Un ejemplo: dispersan a los presos para que sus familias no puedan verlos, desestructuran a las familias. Lo hacen todo así para destrozarte psíquicamente. Son muy sutiles pero eficaces. Luego están las drogas legales que acaban en muertes por sobredosis y suicidios. Te dan metadona, ansiolíticos muy potentes y desde las enfermerías de la cárcel van aumentando las dosis. Te saturan de drogas y te atontan y matan.

¿Hay presos políticos en España?

Todos los presos son iguales. Los únicos presos que están mal vistos y son marginados por otros presos son los que cometen delitos sexuales o de maltrato. Los demás, los políticos, los sociales, los normales… todos se llevan bien. No veo que haya que distinguir a unos de otros porque cuando alguien habla y propone cosas ya está haciendo política.

PUBLICADO EN ATLÁNTICA XXII Nº 34, SEPTIEMBRE DE 2014

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