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Atlántica XXII

Astérix y la fiebre del oro en Tapia

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Astérix y la fiebre del oro en Tapia

Una de las movilizaciones contra la mina de oro en Tapia.

Una de las movilizaciones contra la mina de oro en Tapia.

Evaristo Álvarez / Geólogo y filósofo. Año 50 a.C. Toda la Galia está ocupada por los romanos… ¿Toda? ¡No! Una aldea poblada por irreductibles galos resiste al invasor. La paz reina en el pueblo hasta que a algún romano se le ocurre una idea: enviar a Detritus, un sembrador de cizaña que actúa con eficacia, divide a los galos y provoca que Astérix y Panorámix abandonen la aldea. ¡Victoria romana! La fortaleza de los galos no residía tanto en la poción mágica como en la armonía del pueblo (Astérix. La cizaña).

Año 1971 después de Cristo. El precio del oro -que desde 1944 se había mantenido en 35 dólares por onza- inicia su vertiginosa apreciación en el mercado libre. Desde entonces, por la aldea de Salave, a dos pasos de Tapia de Casariego, comienzan a desfilar compañías mineras -Imebesa, Río Tinto, Gold Fields, Anglo American, Oromet, New Mont, San Diego Gold, Sheridan, etc.- que sondean las lagunas de Silva. Es una presencia intermitente y pintoresca. Tienen permiso para investigar, llevan perforados 440 sondeos y más de 67 kilómetros.

En 1992 Exploraciones Mineras del Cantábrico se hace con la concesión minera y en 2004 Río Narcea Gold Mines presenta un brutal proyecto de minería a cielo abierto en el borde costero de 600 metros de diámetro y 200 metros de profundidad que es rechazado por el Principado. La onza de oro se pagaba a 400 dólares.

Año 2011. La onza sobrepasa los 1.800 dólares. Todo el mundo está globalizado, un sistema neoliberal controla Gobiernos, rebaja los sueldos a los trabajadores y aumenta los beneficios de las empresas hasta enfadar al Papa de Roma. Aunque en la (¿irreductible?) aldea asturiana aún se resisten a que los canadienses se lleven el oro a cambio de unos pocos y temporales puestos de trabajo dejando el desastre que conlleva la post-mina, algunas novedades empiezan a inquietar.

El invasor se llama Astur Gold, empresa de capital riesgo que cotiza en bolsa en Toronto, se ha hecho con Exploraciones Mineras del Cantábrico SL (titular de la concesión de Salave) y es especialista en “desbloquear activos auríferos en etapa avanzada de investigación”.Tiene una estrategia consistente en “un compromiso con la comunidad” a la que pretende “incluir en el proceso” convocando “consultas y reuniones” y ofreciendo “250 empleos” (rellenando un formulario en su web). También organiza “cursos para potenciales trabajadores” para “dejar que sea la comunidad quien empuje la nueva industria”. Así, afirma “haberse ganado el favor social con un 70% de apoyo según encuestas independientes” y “más de 11.000 solicitudes de empleo recibidas” desde toda España, en una descarada falta al respeto hacia un país con más de cinco millones de desempleados. Cari Pinkovski, director ejecutivo de Astur Gold, remacha la afrenta en varias entrevistas resumibles como “ya no estamos en 2004” y “la crisis de la eurozona se ha centrado en España”. Vamos, que nos tiene pillados.

La otra parte del plan busca asegurar la aquiescencia de los políticos y es más discreta, pero sobran indicios para pensar que funciona: la prisa con la que el efímero Gobierno de P. A. C. -a la sazón presidente del Principado- dio curso al proyecto, el cambio drástico de criterio de los dirigentes del PP local, el voto del tránsfuga del PSOE de Tapia que hizo caer al alcalde electo Manuel Jesús González, la beligerancia del sindicato USO a favor de la mina o la admisión de añadidos a un proyecto supuestamente cerrado.

Esta ingeniería social y política que controla las estrategias mineras de los Gobiernos para desactivar obstáculos legislativos, medioambientales o laborales es conocida como Streamlining Mining Permit Approvals o “sistema de racionalización de los permisos mineros” y ha reportado obscenos beneficios a las auríferas en África y América Latina. En Tapia les está saliendo bastante bien. Primero añaden “líderes locales a su gestión en España” para “poner a los patos en fila” (entrevista a Pinkovski en Forbes, 9-4-2013) pues “trabajan en regiones donde sus relaciones y experiencia mitigan riesgos políticos”. Hasta el momento Astur Gold ha mostrado enorme eficacia en ingeniería política e inusitada -aunque menor de lo que manifiesta- capacidad para influir en las actitudes  sociales. Lo cierto es que ha conseguido dividir a la población, Detritus no lo hubiera hecho mejor.

La retórica de Astur Gold es patética: “Astur Gold fue creada para desarrollar una asociación en colaboración con el Principado de Asturias para el desarrollo de Salave. Astur Gold está haciendo progresar a Salave hacia la producción y cultivando una asociación duradera con el pueblo de Asturias en el desarrollo de la prosperidad económica de la región”, dice un mensaje del presidente de la compañía.

De cara a los accionistas, resumen así las “ventajas de una mina en Asturias: jurisdicción política segura y derechos de propiedad fuertemente protegidos, royalties y regímenes fiscales beneficiosos (30% de tasa de impuesto de sociedades, sin regalías y permiso para cancelar todas las inversiones de capital –CAPEX- en un año)”. Pero el de Tapia no es un caso aislado.

Más allá de la aldea

Para combatir a los romanos hay que salir de la aldea gala. Para conocer la política de esas compañías mineras, también. Recientemente Le Monde Diplomatique publicó un documento titulado “La industria minera reina en Canadá” que describe cómo ese país se ha convertido en paraíso minero. El 90% de las acciones del sector minero mundial pasan por la Bolsa de Toronto, mientras “comisiones parlamentarias y tribunales de justicia de todo el mundo, la ONU y observadores internacionales denuncian abusos y crímenes cometidos o apoyados por compañías mineras instaladas en Canadá. Corrupción, evasión fiscal, saqueo institucionalizado, contaminación masiva, expropiaciones violentas…”.

La mayoría de las 1.600 sociedades mineras de Toronto son juniors, pequeñas empresas sin recursos para explotar las minas. Sus ganancias proceden de la especulación bursátil con yacimientos potenciales. Cuando “una junior descubre un yacimiento rentable, casi siempre termina vendiéndoselo a una major, una empresa de explotación, cediéndole un proyecto listo para desarrollar después de una jugosa operación bursátil”. A nivel mundial, “empresas estatales chinas y majors occidentales compran juniors torontesas en América Latina y África”, según Le Monde Diplomatique. ¿Y en Tapia? Esperamos que aquí no se alcancen los niveles de violencia de otros lares, pero se constata que la labor de estos conseguidores propicia la corrupción política y las desavenencias vecinales.

La crisis llevó a los países periféricos de Europa a una segunda categoría en la que suceden cosas que antes eran propias de la política del tercer mundo. Hasta 34 países en África son exportadores de oro. ¿Quiere decir esto que son ricos? No, ni siquiera que allí haya más oro que en Europa o Norteamérica, lo que quiere decir es que son tan pobres que allí se puede comprar el derecho de explotar oro, beneficiárselo y apropiárselo por cuatro perras.

Astur Gold pretende ocupar estos terrenos del concejo de Tapia que recorren los manifestantes. Foto / Fernando Luis.

Astur Gold pretende ocupar estos terrenos del concejo de Tapia que recorren los manifestantes. Foto / Fernando Luis.

Qué ofrece el proyecto de Astur Gold

Ofrecer 250 empleos y presumir de haber recibido 11.000 solicitudes es jugar con las expectativas de los desempleados y usarlos como instrumento de presión.

Hace años que paro y crisis afectan a la minería asturiana, la minería del carbón está desapareciendo. Es razonable que los  profesionales del gremio vean con simpatía cualquier proyecto minero y que cualquier empresa minera encuentre fácilmente técnicos a su servicio. La ingeniería actual es capaz de hacer posible el trayecto París-Londres en ferrocarril o de atravesar los Alpes en unos minutos, pero al servicio de ciertos proyectos puede ocasionar el desastre de Aznalcóllar o cargarse todos los acuíferos al paso del túnel de la variante de Pajares. Sin ir más lejos, la Confederación Hidrográfica acaba de abrir un segundo expediente a Kinbauri, la explotadora del oro de Boinás, por vertidos de selenio, cianuro, arsénico y mercurio al río Cauxa, afluente del Narcea. Lo mismo podría suceder en las playas de Tapia.

¿Sería posible una extracción de oro en Salave sin perjuicios para el medioambiente, el paisaje, la agricultura, la pesca costera y la economía sostenible de la zona? Desde el punto de vista ingenieril se podría minimizar bastante, pero entonces la explotación no sería rentable. En todo caso, la ingeniería minera queda reducida a la financiera y ésta a la ingeniería político-social.

Las modificaciones al proyecto

“Los Gobiernos local y regional nos han facilitado trabajar en esta zona. Nos han aprobado toda la minería subterránea, la galería de acceso y los pozos de emergencia y ventilación, pero todavía no nos han aprobado nuestra descarga de agua ni nuestra zona de relaves y de eso tratan nuestras enmiendas. En cuanto consigamos una DIA positiva completa empezaremos la construcción”, asegura Pinkovski en la citada entrevista de Forbes de abril de 2013. Por las fechas, el consejero de la Presidencia asturiano, Guillermo Martínez, hacía unas concordantes declaraciones: “Ahora mismo la empresa está completando el EsIA, y una vez lo remita al Principado, podría formularse la DIA complementaria, tras la cual se podría dar luz verde al proyecto” (La Nueva España, 4-4-2013).

La empresa, con consentimiento del Gobierno, presentó en 2013 los añadidos al EsIA (BOPA de 31-12-2013), algo no contemplado en el artículo 12 del Real Decreto 1/2008, lo que hace sospechar trato privilegiado o bien que el promotor dispone de fuertes mecanismos de presión desconocidos por la ciudadanía, como sugiere el diputado autonómico del PSOE Nino Torre: “Denegar un permiso de explotación atendiendo a razones políticas y no técnicas podría generar una reclamación patrimonial por parte de la empresa contra la administración autonómica de más de mil millones de euros” (La Nueva España, 23-4-2013).

Pues bien, proyecto y enmiendas son un conjunto de documentos deliberadamente versátil que sobrepasa las 6.000 páginas en 140 archivos, uno de los cuales es el proyecto de mayo de 2012 sin modificar una coma pese a sus señalados errores. Con el conjunto presentado se podrían justificar actuaciones muy diversas, otro indicio de que Astur Gold está especulando con los permisos. Para vender mejor un proyecto conviene dejar las autorizaciones de explotación lo más abiertas posible. Las disparidades internas facultarán la ejecución de la opción más agresiva. Una vez aprobado, cualquier empresa major se lo quitará de las manos y las acciones de Astur Gold multiplicarán su valor varias veces. Jamás se deberían aceptar estas modificaciones en anexos a un Proyecto sin corregir. La aprobación de tal carpeta supone un cheque en blanco y al portador ya que concesión, proyecto y autorizaciones podrían cambiar súbitamente de manos en este mundo de especulación y economía de casino.

Coda final

Los romanos alejaron la destructiva minería del oro de su territorio. Plinio describe en Historia Natural, libro XXXIII-78, cómo el senado romano “prohibió sacar oro en Italia: sin esta ley, en la tierra no se encontraría país más productivo en metales”. Se habían dado cuenta de que el oro no se come. Por cierto que, ellos sí, crearon miles de puestos de trabajo en Hispania durante doscientos años.

PUBLICADO EN ATLÁNTICA XXII Nº 31, MARZO DE 2014

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