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Atlántica XXII

Avilés, vista por un ciego

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Avilés, vista por un ciego

Una manifestación en Avilés en favor del Centro Niemeyer cuando asumió el Gobierno asturiano Foro Asturias. Foto / Eloy Alonso.

Una manifestación en Avilés en favor del Centro Niemeyer cuando asumió el Gobierno asturiano Foro Asturias. Foto / Eloy Alonso.

Omar Ramos / Animador sociocultural. El pasado mes de agosto asistí en el Palacio de Valdecarzana a la presentación del libro titulado Avilés, una ciudad entre dos crisis. Actores locales y estrategias de revitalización, de José Prada Trigo, geógrafo e historiador. La ausencia in extremis del autor obligó a Celso Díaz Villalón, editor y propietario de Azucel, a echar mano del castrillonense Iván Muñiz, licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Oviedo, para hacer la introducción que luego completó el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Avilés, Román Álvarez. Había recomendado a mis contactos en Facebook asistir a esta presentación por dos razones: una era por la importancia de la última producción editorial de Azucel, ya que Celso se retira de este noble oficio de hacer libros, y cierra así un largo ciclo de casi doscientos libros publicados. Y la segunda era porque me pareció interesante tener un estudio objetivo sobre la realidad del territorio de Avilés.

Pero la presentación a cargo de Iván Muñiz ya fue el anuncio de una hagiografía sobre el poder fáctico en la ciudad. Volvieron a mi memoria los topicazos de la propaganda sin compromisos, Avilés como la ciudad punto de encuentro, Avilés como la ciudad conquistadora, Avilés como la ciudad digital, Avilés como la ciudad emprendedora, Avilés como la ciudad amiga de la infancia y Avilés como la ciudad del Centro Niemeyer. Todos los lemas y los gatillazos salidos de las delirantes mentes de la casta local, los casos de corrupción, la crisis latente y palpable en todos los ámbitos económicos y sociales estuvieron gravitando en la presentación, pero Iván no habló de esa ciudad. Nos dijo que Avilés era una ciudad revitalizada, que al pasar por el Parche, camino del lugar de la presentación que nos ocupa, vio colas de niños y padres sonrientes, para subirse la tren que recorre gratuitamente estos días las calles de la villa, mientras en las terrazas de las cafeterías, cada vez más amplias e invasoras de la losa pública, rezumaban actividad y alegría llenas de clientes.

La imagen no podía ser más espléndida, según la describía el geógrafo historiador Iván Muñiz, si no hubiera detrás unas cifras escalofriantes de paro, cientos de familias al borde de la exclusión social, embargadas y desahuciadas, cientos de niños anclados a la pobreza, un Ayuntamiento salpicado, junto con su alcaldesa, por varios casos de corrupción, un tejido empresarial en declive e incapaz de generar empleo y un comercio local inmerso en una crisis de dimensiones épicas. ¿Qué estaba mirando el geógrafo historiador? Pues la imagen de marca de ciudad, eso que llamamos el posicionamiento. Es el fenómeno de las apariencias, el mundo de los simulacros que describe muy bien Baudrillard y que tanto gustaba a Natalio Grueso y a su equipo.

Hace falta abrir el libro y leerlo para comprender de qué estaban hablando estos señores. Al margen de las estadísticas y de las cifras que aporta el autor, y que están en cualquier publicación socioeconómica local, y que además no explican, pero muestran la decadencia de la ciudad en las distintas etapas, desde la reconversión industrial. José Prada Trigo se mete en el enorme berenjenal de intentar dilucidar si hay salida, y lo hace porque quiere salvar los muebles de un partido socialista al que sirve con fidelidad perruna. Entre las muchas metodologías que esgrime el autor, para dotar de academicismo y profesionalidad este trabajo tan escorado, llama la atención que no incluya a uno de los más destacados especialistas en el análisis del desarrollo de ciudades, como es Charles Landry, el padre del teoría de las ciudades creativas, cuyo motor de revitalización es la creatividad como creación dinámica de su tejido social.

Landry acuña también el concepto de la ciudad intercultural y analiza cómo la diversidad en las ciudades las enriquece y puede convertirse en una ventaja y si la diversidad puede conducir a la innovación y a la riqueza creativa. Interculturalidad que va más allá de la igualdad de oportunidades y del respeto por las diferencias culturales, e implica la transformación pluralista del espacio público, de las instituciones y de la cultura cívica, y claro esto supone descabalgar al PSOE, como aparato de control del indecente dirigismo cultural, económico y social al que tiene sometido a la ciudad de Avilés, como a casi todo el territorio asturiano desde hace más de treinta años.

Es seguro que el autor conoce a Landry, ya que cita a Richard Florida, y este menciona a Landry en múltiples trabajos colaborativos de ambos. Es más, el libro de Richard Florida The Rise of the Creative Class está en la bibliografía de José Prada Trigo. Tampoco es que se explaye mucho en las tesis de Florida, ni en su  controvertida teoría de las tres “T” necesarias a todo desarrollo citadino que se precie, como es contar con una buena cantera de talento local, un ambiente de tolerancia hacia otras formas de sexualidad no conservadoras y con una cultura tecnológica de vanguardia.

Dirigismo endogámico

Una ciudad que no está vertebrada en esa articulación necesaria de la creatividad, que exprese un talento local reconocido y valorado, está condenada al fracaso. Y esta es la visión que nos deja entrever este trabajo, a pesar de sus intentos de ensalzar hasta la náusea unas estrategias de revitalización carentes de participación social, porque sus cúpulas desprecian a las bases. Manifestando un dirigismo endogámico, empresarial, político y laboral, que es pilotado de forma escandalosa por el PSOE, el PP, por las Cámaras de Comercio, los sindicatos y los organismos públicos, cuyos representantes enclaustrados en sus propias visiones de partido o por sus filtros de ideología neoliberal, conservadora y accidentalista, han usurpado, censurado y ninguneado las propuestas creativas y las estrategias de revitalización que no están precisamente en el territorio de lo conocido, sino en el de lo ignoto, como bien apunta el filósofo, matemático y pensador Boris Groys, en su libro Sobre lo nuevo: ensayo de una economía cultural.

José Prada Trigo ha realizado solo 18 entrevistas para redactar 253 páginas, y encima no entrevistó a nadie del Gobierno del Principado, no lo consideró necesario, como si este no fuera determinante para revitalizar la ciudad. Lejos de reconocer sus carencias como investigador, demostradas en esta gran desproporción, se permite y se atreve a decir que están todos los actores locales y todas las estrategias de revitalización. Entre las muchas ausencias están, además del Gobierno del Principado y las asociaciones locales, los partidos políticos de la ciudad que no son parte de esta élite de entrevistados. Ni Izquierda Unida, ni Foro, ni la desaparecida Asia aparecen en estas 18 selectas y escogidas entrevistas. Tampoco se entrevista a Raimundo Abando, quien fuera el presidente de la Autoridad Portuaria, porque ni siquiera se le nombra, tan solo se menciona que un político afín a Foro ocupó ese puesto, el colmo de la objetividad.

Si uno no hubiera leído en la solapa del trabajo, que el autor ha sido doctor por la Universidad Complutense de Madrid y que es Premio de Investigación del CES de Asturias, uno pensaría que está leyendo el trabajo de un estudiante de la ESO. Las respuestas de los entrevistados aparecen en negrita a lo largo del libro, sin detallar su autoría, con lo cual nunca sabes quién dice qué. Se puede estar influenciado al escribir un estudio, por tus propias preferencias ideologías, pero el descaro con que lo hace este autor raya en el insulto al lector. Claro que este avezado y sagaz investigador, a su regreso de América Latina, donde está ahora, tendrá trabajo seguro en alguno de los organismos descentralizados por el socialismo, o como asesor de algún político del PSOE, si eso sucede antes de las próximas elecciones municipales (si es después lo dudo).

Las constantes derivas sobre el Centro Niemeyer son parte de las estrategias de un partido abrazado a su alcaldesa y que prefiere hundirse en el descrédito antes que reconocer su imputación y responsabilidad en la falsificación de las facturas del Centro Niemeyer. El PSOE, apoyando esta miserable propaganda, disfrazada de estudio serio, está escenificando uno de sus peores momentos, el de la agonía de un dictador stalinista o de un Goebbels briago y empecinado en repetir su mentiras propagandísticas para ver si cuela. Justificando la desastrosa gestión del Centro Niemeyer, comandado por Natalio Grueso, pretende inculpar al equipo de gobierno de Foro, en su momentos integrado por el malvado consejero de Cultura, Emilio Marcos Vallaure, que fue el responsable de parar la sórdida maniobra de cesión del equipamiento público a manos de la Fundación, y por Raimundo Abando, que se negó como miembro de la Fundación Niemeyer a secundar aquella bufonada.

Solo y para terminar espero que Azucel no haya pagado de sus propios capitales este panfleto, porque no le auguro un retorno financiero razonable, y espero que haya sido una subvención de los socialistas locales, que al fin y al cabo tienen todavía más recursos que este probo editor.

Concluyendo, el estado de deterioro de las relaciones sociales en la ciudad de Avilés, gracias a este Gobierno, es tal que imposibilita cualquier intento de crear una sinergia participativa coherente, para poder elaborar entre todas esas fuerzas sociales, aprovechando la creatividad subyacente en el talento local no oficial, ninguna estrategia de revitalización plausible y la prueba es este libro de propaganda, que pretende hacernos colar que el bien es el mal y que lo blanco es lo negro.

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  1. joseprada

    viernes, 26 septiembre (2014) at 20:49

    Estimado Omar,

    Leo con asombro y estupefacción la muestra de rencor hacia el PSOE, y de rebote hacia mi persona, que destila su crítica de la presentación del libro, algo que he de decir no me sorprende de alguien que salta del Ayuntamiento de Avilés a Podemos con la alegría del que se cambia de chaqueta cuando llueve o hace sol. Como no quiero dejarme nada, voy a ir de lo general a lo personal aclarándole algunos puntos.

    Sobre el estudio, es parte de una tesis doctoral, premiada en la Universidad Complutense de Madrid (aunque usted pasa por encima de eso y va hacia la crítica gratuita) que desarrolla una metodología de trabajo probada y que ha sido exitosa. Le invito a leerla, es de acceso libre desde la web de la UCM. Si no le gustan las fuentes utilizadas, o las entrevistas hechas puede decirse, si, pero con educación. Lo primero, es que la metodología se utilizó para varios casos de estudio y, lamento decirle, las estadísticas no son tan sencillas de obtener, ya que se incluyen datos de la TGSS que se recibieron para un proyecto de investigación a nivel nacional, siento decepcionarle en esto primero. Lo segundo, se realizó una muestra de los actores más relevantes. Al contrario que en otros casos de estudio, en Avilés las asociaciones locales no aparecieron en ningún momento durante las entrevistas, al contrario que, por ejemplo, en Langreo, donde si tienen un peso más relevante. En cuanto al Sr. Abando, cuando se cerró el trabajo de campo en Avilés aún no era Presidente de la Autoridad Portuaria por lo que no fue posible entrevistarle (sí a su predecesor), siento enormemente decepcionarle en esto también. Sobre el anonimato de las opiniones, esta es una técnica de investigación que permite expresarse con libertad y que no convierte un trabajo académico en una entrevista periodística. Y sobre que no está el Principado, es lógico, estamos trabajando con los actores locales, tampoco está el Ministerio ni la UE entre los entrevistados y tienen peso local en Avilés. Por último, si ha entendido el libro –y créame, pienso que no– se dará cuenta de que las políticas creativas ocupan una proporción muy ínfima de la obra, citándose a Florida de pasada –y no en los mejores términos– y obviando a Landry, por este mismo motivo, pero no hago esto para dotar de academicismo y profesionalidad este trabajo tan escorado como dice usted, sino porque ES un trabajo académico y, pese a lo que opine ud, profesional.

    Esto me lleva a la segunda parte, la personal, en la que me dedica “flores” como que quiero salvar los muebles de un partido socialista al que sirvo con fidelidad perruna, que no reconozco mis carencias como investigador, demostradas en esta gran desproporción [el libro] o que en América Latina tendré trabajo seguro en alguno de los organismos descentralizados por el socialismo, o como asesor de algún político del PSOE entre otras en las que no me detengo. Sobre lo primero, siento decirle que ni milito en el PSOE ni –aunque a usted no le importe un pimiento– lo he votado en la vida. Si busca usted otro libro mío sobre Langreo, donde también gobierna el PSOE, verá que en el mismo se critica duramente su gestión local, una actitud que choca con la supuesta fidelidad perruna que me concede. Lo segundo, entre colegas y profesionales reconozco, he reconocido y reconoceré mis carencias como investigador, pero creo que hacerme un hara-kiri en un libro que acabo de publicar no tiene mucho sentido, espero que usted reconozca a partir de ahora sus propias carencias como animador sociocultural (sea lo que sea esa notable profesión) en toda declaración que haga. En cualquier caso, le repito, una investigación validada por un tribunal de tesis europeo, premiada por la Universidad y editada por una editorial independiente no le gustará a usted, pero no generalice, por favor. Lo tercero, y con esto termino, me parece una VERGÜENZA que alguien que representa a Podemos –un partido que respeto– se permita libremente opinar sobre qué hago yo en América Latina. Mire Sr. Omar Ramos, yo en Ecuador estoy trabajando porque en España se me terminó mi beca predoctoral que me GANÉ en concurso público, no tenía trabajo y obtuve otra beca postdoctoral, también por méritos propios, del Gobierno de Ecuador, al que tanto admiran en Podemos. Después por motivos personales y profesionales me quedé aquí y ejerzo como profesor en la Universidad de Cuenca. De nuevo le digo, hágaselo mirar, porque esos organismos descentralizados o trabajo seguro de los que me habla usted están en su cabeza, será por eso que se ha pasado al nuevo partido de moda.

    Para finalizar le diré que Avilés no es la Arcadia perdida, como puede usted ver si lee mi libro, pero es cierto que ha trabajado muchos años en la misma dirección, con un proyecto de ciudad (que a usted puede no gustarle) y que ha respondido mejor que otros lugares a la crisis económica actual. Los datos están ahí, la interpretación que hice se corresponde con ello y si a usted no le gusta porque salió escaldado del PSOE o de donde saliese y ahora se ha apuntado al carro de Podemos, le animo a que escriba un libro mejor. Este, por cierto, no ha sido sufragado por nadie salvo por la Editorial Azucel, lo que creo vuelve a poner en evidencia su ausencia de criterio a la hora de faltar al respeto. Que tenga usted buenos días y la próxima vez que me falte así a mi consideración le ruego me mande copia a pradatrigo@gmail.com gracias.

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