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Boni Pérez: “A la izquierda le hace falta heterodoxia”

Boni Pérez en un concierto en Gijón. Foto / Vázquez.
GALERÍA DE HETERODOXOS/AS
Por sus evidentes similitudes físicas y por su cresta capilar a lo Puma, a Boni Pérez (Gijón, 1962) lo tienden a comparar o confundir con Pedro Almodóvar, Eric Burdon o con el guitarrista de Barricada, pero es improbable que ellos tengan tanto conocimiento sobre cine y música como este profesor de Lengua y Literatura en un Instituto de su ciudad. Ha publicado libros y artículos en castellano, asturiano e inglés y fue letrista de Los Locos.
Texto Antonio Barral
Con tantos cambios de Leyes de Educación y además en Asturias el tinglado de Riopedre, Otero y Renedo, ¿ cómo sobreviven ustedes?
Avanzamos, hacemos las cosas, se trabaja, la mayoría de mis compañeros son gente que tiene un mínimo de vergüenza torera y trabaja, aunque tengamos tan mala fama, pero estamos un poco hartos de todos estos cambios. Dada la coyuntura probablemente hagan un pacto educativo para joderte más. Pero no sé, habrá que ponerse de acuerdo en unos mínimos, porque, vamos a ver, hacer una ley, yo no digo que sea fácil, pero un marco… ¡tampoco es tan difícil!, unos mínimos en los que podamos estar todos de acuerdo y con un margen de libertad en los centros para poder hacer cosas. Hay mucha burocracia , mucho papeleo, la inspección educativa solo mira esos papeles. Cuando van a hablar, solo hablan con los equipos directivos, salvo casos concretos no suelen hablar contigo. Evidentemente el equipo directivo, que los hay de todos los colores, no va a quejarse nunca, ya que son definidos como representantes de la Administración en el centro, algo que a mí me parece mal, compañeros que ocasionalmente están asumiendo una función pero no son la Administración. Personalmente me parece mal que se les defina así, aunque en cierto modo lo sean, pero no son eso, o no deberían definirlos así tan descaradamente porque luego pasa lo que pasa, no rechistan nunca. Ya estoy harto de esos equipos directivos que van, escuchan esto y nunca levantan la mano: ‘Vale, tíos, yo esto lo tengo que transmitir a mis compañeros en el centro, me parece muy bien que como filosofía expongáis esto, pero ¿cómo se come esto con que cada vez haya más restricciones y más recortes?’.
Cela, sobrevalorado
Considera sobrevalorados a los escritores judíos norteamericanos del siglo XX como Updike, Bellow, Auster, Roth,…¿ de qué españoles piensa lo mismo?
¡A ver ! Matizo. Tampoco leí toda su obra, lo poco que leí de Bellow me gusta. Philip Roth también. Me hablas de unos escritores que hace tiempo no revisito. Auster me parece más irregular pero tiene cosas muy buenas, también hace tiempo que no me enfrento a nada suyo . ¿Escritores españoles sobrevalorados? ¡Cela, joder! Voy a decir una cosa, a mí la narrativa española de posguerra, que es algo que además tengo que explicar en la asignatura, la verdad es que no me gusta casi nada, me gusta muy poco, me gusta Juan Marsé, me gusta Eduardo Mendoza, dos escritores que han sido reconocidos con el Cervantes, el último hace poco, y luego, la verdad, de los que vienen como hitos, Cela, Delibes… A mí Delibes me parece un tío interesante, pero me aburre un poco, si lo comparo con novelistas ingleses, Graham Greene, Kinsley Amis…, disfruto más con Pío Baroja, con Valle Inclán, escritores anteriores a la Guerra Civil. ¿Quién se acuerda de los narradores españoles que tuvieron tanto éxito en los años ochenta, de Jesús Ferrero, de García Sánchez? A mí ya me aburrían de aquella, ahora ni te cuento. ¿Qué me gusta? Me gusta bastante Antonio Orejudo, ya la primera novela. Fabulosas narraciones por historias es una novela preciosa, con mucho humor y con una visión de la literatura española de la Edad de Plata en la Residencia de Estudiantes cojonuda, lo trata con cierta irreverencia; me gustaron las novelas de Sánchez Piñol. La primera, La piel fría, me parece que se acerca al género de terror y es una preciosidad. Pandora en el Congo arriesga mucho, es placentero leerla; me gustó una novela de Javier Pastor que se llama Fosa común, una novela muy generacional, muy de la Transición: toma un crimen familiar que hubo en Burgos, un señor, oficial del ejército, que mata a toda la familia, ese es el hecho del que parte para hacer una presentación muy interesante de la época; Chirbes es un tío muy interesante, incluso con novelas aparentemente poco ambiciosas como la póstuma que dejó. París-Austerlitz me parece una novela preciosa. Fernando Marías me gustó mucho. La isla del padre, que no es una novela propiamente dicha, es más experiencia personal, eso que se lleva tanto hoy en día, la relación con su padre, que a mí me hizo sentir bastante cercano. Hay escritores muy buenos, afortunadamente, en la literatura actual.
Ser letrista de Los Locos le ha convertido en una celebridad local. ¿Hay algún nexo literario en el conjunto de esa obra?
Hay guiños, ten en cuenta que yo hacía las letras encajándolas en un molde que ya estaba hecho. Era difícil, querías hablar de cosas, pero si no te salía la frase de la que tirar… Estaba todo el día haciendo las letras, no es que me sentase y ya está, escuchaba las canciones hasta que me las sabía perfectamente, las tarareaba, iba con ellas en la cabeza, se me ocurrían frases en cualquier momento del día y luego llegaba a casa y desarrollaba eso. No siempre eras libre de hablar de lo que te apetecía porque si no te salía eso que querías contar en ese molde que ya estaba hecho era complicado. El nexo es la propia madurez. Escucho las primeras y son canciones muy pop, referencias de novela negra, personajes que no tienen nada que ver conmigo y luego sí, fui madurando y son letras que tienen más que ver con tus experiencias personales, siempre a través de un personaje interpuesto. Aunque utilice el yo, nunca soy yo, porque me da mucha vergüenza la exposición, aparte de que no lo cantaba yo y no lo quería hacer tan reconocible. Me pasmaba Nacho Vegas cantando cosas de su experiencia personal muy duras en algunos temas del principio de su carrera.
Además del cine, es un fanático de los espectáculos en vivo, conciertos, teatro… ¿Qué le aportan?
Básicamente entretenimiento, yo voy a entretenerme. El concepto de entretenimiento, por ejemplo, aplicado al cine es: Batman es entretenida y Bergman no. A mí si la de Bergman me gusta, me tiene entretenido dos horas, aunque sea entretenimiento de distinto calado, que me haga pensar más, no pasa nada, hay entretenimiento de usar y tirar, no soy un público muy difícil, soy fácil de contentar, me engancho a lo que me gusta en cada cosa, puedo ir a ver un grupo que no me gusta especialmente lo que hacen, pero si lo hacen bien… También está la sensación de estar viendo algo único, disfruto mucho con el directo, sigo teniendo curiosidad por ver lo que hacen chavales de veintitantos años, tengo una especie de compromiso para que se sigan haciendo cosas, la verdad es que lo tienen tan crudo que te dan ganas de condecorarlos.
La censura de toda la vida

Boni Pérez es profesor, escritor y letrista. Foto / Vázquez.
¿Son malos tiempos para la libertad de expresión? Usted protagonizó una sonada polémica por el cómic Los Potaje .¿Qué le parecen las acusaciones de misógino y machista al escritor Pérez Reverte o de antiespañol al cineasta Trueba?
Pues sí, son malos tiempos para la libertad de expresión. La derecha todos sabemos de qué va y que tiende a recortar en todos los aspectos. Vale, a mí la derecha no me preocupa mucho, que la mayoría de los políticos de derechas sean gilipollas, atontaos o incultos. Preferiría que fuese una derecha más europea, pero bueno, qué le vamos a hacer. Pero que en la izquierda vea el mismo analfabetismo de otro signo, eso ya me preocupa más, se supone que la izquierda está ahí para que las cosas cambien. Volvemos a tener la censura de toda la vida. Con el tema de Los Potaje lo que le jodió a la derecha fue que un guaje saliera con una camiseta del grupo Bad Religion, esta de la señal de la cruz prohibida, y luego a las feministas les jodió otro rollo. Que gente que se considera tan progresista aboguen por la censura, buff… si no te gusta Pérez Reverte, no vas y ya está. Me recuerda cuando La 2 empezó a emitir pelis en horarios de madrugada con bastante contenido erótico y se armó la de dios. ¿Por qué la gente quiere actuar para evitar que otros que no tienen ningún problema vean eso? Eso es fascismo. Por muy feministas que sean, y por muy de acuerdo que pueda estar con algunas de ellas en algunos postulados, andar pidiendo firmas para que Pérez Reverte, que tampoco es santo de mi devoción por esas y otras cuestiones, no dé una charla, me parece absurdo. El cantante Francisco es un gañán, todos lo sabemos, pero que actúe, igual que Albert Pla. En su momento escribí un artículo hablando de lo de Albert Pla diciendo que me parecía una sandez prohibir su actuación. Hay gente a la que le gusta sentirse ofendida porque se sigue trabajando con los sentimientos. La gente se siente más herida cuando le tocan el sentimiento patriótico que cuando atacan a su razón. A mí no hay nada que me parezca más ofensivo que las explicaciones de la Cospedal con aquello del sueldo de Bárcenas “en diferido”, eso es atentar contra mi inteligencia. Si alguien se mete con la Santina, la gente sigue considerando más hiriente eso. Si vamos con los sentimientos a flor de piel, somos ovejas manejables. Lo que te tiene que ofender de verdad es que te tomen por tonto, que te den explicaciones que no son explicaciones, que te mientan, que te engañen, ¡encima mal! A la gente sigue ofendiéndole más que Albert Pla diga, por provocar además, que le da asco ser español y que en Asturias se debería enseñar catalán también. Vamos a ver, ¿ tú conoces la discografía de Albert Pla? La mitad debe de estar cantada en castellano. En este caso es un gilipollas, que fue el que lo movió todo, un concejal del PP de Gijón. Me da verdadero pavor que los propios ciudadanos se erijan en censores, es la domesticación plena.
Anda Paco Loco promocionando su libro y ha dicho que le sorprendía cuando visita Gijón ver a la gente tan “arreglada”, ¿se refiere a que se ha aburguesado mucho la ciudad?
Gijón siempre tuvo su pijerío, el del ricito, el ondulín engominao tipo teja como digo yo, el pijo de Somió. Ese tópico de que Oviedo es la ciudad burguesa y Gijón la obrera no es cierto, Gijón también tenía burguesía. ¿Que si se ha aburguesado? Pues probablemente, y que los culpables seamos la gente de nuestra generación, todos nos aburguesamos. Sigo no aceptando, todavía me sigo poniendo de los nervios, cabreando, pero cada vez me da más pereza manifestarme según y con quién. En la ciudad todavía hay muchos problemas, situaciones en las familias de bastantes de mis alumnos muy difíciles, no nos chupemos las pollas porque Gijón es una ciudad con muchos problemas. Nunca me pareció impensable que en Gijón hubiera un Gobierno de derechas y los primeros que deberían de pensar por qué pasó eso son los que perdieron las elecciones, que creo que no se hicieron esa pregunta todavía. Da la impresión de que ellos creen que lo hicieron todo de puta madre y me parece que les falta un pelín de autocrítica porque, de verdad, no digo que conviertan esa autocrítica en un espectáculo, pero estaría bien que trasluciesen que en ese partido hay algo de debate interno. Lo que no entiendo es por qué eso se ve como un signo de debilidad en la democracia actual. Es normal que en los partidos haya corrientes, gente que piensa distinto, qué es eso de que cada vez que hay como un debate interno ¡cuidadín!, ¡que no trascienda! ¿Por qué? Estamos educando a la gente en el sentido de que no hay debate en los partidos. La disciplina de voto, ¿esto qué es? ¿La consecuencia más obvia de que haya democracia no son los partidos? ¿No disfrutan de democracia interna? A la izquierda le hace falta heterodoxia. Ese partido en concreto del que estamos hablando no me da la impresión de que estén enterados, parecen encantados de haberse conocido. Hay cantidad de errores que han estado cometiendo tanto a nivel estatal como aquí en esta Autonomía y no me parece que se hayan puesto en serio a repasar lo que hicieron mal y lo que hicieron bien, que algo hicieron bien. No da la impresión de que haya debate interno, y si lo hay me gustaría que lo diesen a conocer. Sería enriquecedor.
Hablando de ese partido que no quiere nombrar, he leído un comentario del que me gustaría conocer su opinión: “Ha hecho más Rodrigo Cuevas por el asturiano en un año que el PSOE en treinta y cinco”.
¡Bueno, pues igual es verdad! (se troncha de risa). Tengo libros publicados en asturiano pero no soy un militante de la causa asturianista, simpatizo como simpatizo con muchas cosas pero sin meterme a fondo. Lo que me llama la atención es que a veces veo de dónde son muchos de los políticos de ese partido y veo que son más de pueblo que las alpargatas. Yo soy urbanita total, mis padres son del concejo de Coaña, la lengua materna es el gallego Navia-Eo, gallego de Asturias pero gallego, viví en Gijón toda mi vida, no mamé el asturiano como lo pudieron mamar otros como Ramonín Blanco el de Los Berrones en Tolivia, aquí se habla amestao y desarrollé un cierto amor por esa lengua, por esa visión del mundo, sin llegar a fanatismos. Entiendo que si no hay una demanda social de primer orden hay que ser prudentes y no hay que ponerse a lo loco a pedir virguerías porque habrá que ir poco a poco. Esa especie de odio, porque a veces, en algunas de las cosas que hacía el PSOE, vi odio por el asturiano, esa cosa como decir, ¡esa mancha en mi origen! La verdad , algunas declaraciones eran como:¡ tío, por favor, cálmate un poco! Y cuando no era odio, era indiferencia, animadversión. ¡Vamos a ver!, ¿de dónde yes? Me llamaba la atención ese complejo de inferioridad mal llevado. La lengua es algo con la que todos tenemos una relación muy íntima, un vehículo, todo el mundo se siente autorizado a soltar cosas muy maximalistas sobre ella y creo que un poco de prudencia en ese tema por ambas partes no vendría mal. Sí me llama la atención la poca empatía con la lengua asturiana que tienen los políticos, no solo los del PSOE, en ellos se nota más porque son los que detentan el poder.
Aquel concierto de Ben Vaughn
¿ Hay alguna pregunta que no le haya hecho y esperaba le hiciera?
No. (Un gintonic después) ¡Creí que me ibas a preguntar por Podemos! (Dos gintonics después) ¡Anoche pensé que me ibas a preguntar por el Nobel a Dylan! (Tres gintonics después) ¡No me preguntaste por los mejores conciertos de mi vida! ¡Pues fueron el de Ben Vaughn (Bilbao, Kafe Antzokia, 20 de septiembre de 2008) y Prince (1ª gira española, Madrid, Estadio Vicente Calderón, 22 de julio de 1990).
PUBLICADO EN ATLÁNTICA XXII Nº 48, ENERO DE 2017

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