La elección de Manuel González Orviz como nuevo coordinador de Izquierda Unida en Asturias supone un cambio en la organización, por la derrota de la candidatura más oficialista que encabezaba Noemí Martín, pero no vislumbra modificaciones importantes en la política del partido. La elección fue muy competida y enrevesada, finalizando a la una de la madrugada tras deshacerse un empate inicial a 45 votos entre González Orviz y Martín. Fue esencial el voto a favor del nuevo coordinador de los partidarios de Angel González, el tercer candidato en liza, que había obtenido 19 apoyos.
La votación se decidía en el seno del Consejo Político, elegido con los votos de los asistentes a la Asamblea General de la coalición, celebrada en Oviedo. La verdadera candidatura rupturista, encabezada por el secretario de Organización de las Juventudes Comunistas de España, Antonio Giganto, de 25 años, no prosperó por falta de 3 avales. Queda en el aire lo que podría haber ocurrido si tuviesen derecho a voto directo todos los afiliados de Izquierda Unida, algo que reclama buena parte de la militancia.
La Asamblea General despidió a Jesús Iglesias, que fue coordinador durante 12 años y ahora será senador gracias al apoyo del PSOE en su elección en la Junta General del Principado. Jesús Iglesias ocupaba el último puesto en la candidatura de Angel González y el diputado Gaspar Llamazares hacía lo propio en la de Noemí Martín.
Los tres candidatos que se pudieron presentar llevan años en los órganos de dirección de IU Asturias. González Orviz encabeza el grupo interno «Voces para el Cambio», surgido recientemente para reclamar que la decisión de entrar o no en un Gobierno de coalición con el PSOE la tomasen las bases del partido en un referendum. Logrado el objetivo, el referendum lo ganó por pocos votos el no. Paradójicamente Orviz era partidario de la entrada en el Gobierno y Noemí Martín no.
Durante el proceso previo a la elección de Orviz, muchos dirigentes y afiliados de la coalición pusieron como referente a Gerardo Iglesias, el fundador de IU. Incluso algunos de ellos acudieron a exponer su proyecto a su domicilio en Oviedo, donde Gerardo Iglesias lleva tiempo recluido, sin participar en actividad política alguna. Iglesias es escéptico con la posibilidad de cambios en IU Asturias y limita los movimientos actuales a luchas relacionadas con el poder. Esta actitud crítica ya la reflejaba el pasado mes de marzo, cuando ATLÁNTICA XXII publicó una entrevista con Iglesias que reproducimos a continuación.

Gerardo Iglesias. ©Semeyapress/Eloy Alonso
«Cuando me solté los galones me excomulgaron»
Coincidiendo con la aparición de su libro sobre la guerrilla, Gerardo Iglesias (La Cerezal, 1945) ha roto un silencio y un aislamiento de dos décadas, forzado en buena parte por su delicada salud. Ahora que su espalda destrozada le da un respiro, este minero que volvió al pozo tras abandonar sus cargos políticos en Izquierda Unida, de la que fue fundador, explica las razones.
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