Cascos vuelve al PP por Navidad

Mercedes Fernández era fiel seguidora de Álvarez-Cascos hasta la última crisis de la derecha asturiana. Foto / Mario Rojas.

El 1 de enero de 2011 Francisco Álvarez-Cascos anunciaba que abandonaba el PP, donde era uno de los históricos, y 18 días más tarde aparecía Foro Asturias, su apuesta para refundar la derecha en Asturias.

Ahora, cinco años más tarde, en las elecciones generales del 20 de diciembre, el exvicepresidente del Gobierno Aznar vuelve a su casa política, porque así se puede interpretar la aceptación de la oferta del PP por parte de Foro para concurrir juntos a los comicios. No es una absorción, pero parece el primer paso, lo que va a suponer la ingestión de sapos por parte de dirigentes y votantes de ambos partidos durante una buena temporada. Foro era hasta hace poco la diana de las iras y los ataques del PP, al que los casquistas culpaban de los males de España y de Asturias al mismo nivel que los socialistas.

Aún no se sabe si Cascos irá en las listas conjuntas y en tal caso en qué candidatura y en qué lugar. A los periodistas les dijo que no quiere adelantar emociones. Los más malévolos con quien fuera el “general secretario” del PP lo sitúan en la lista del Senado, donde esperaría aforado las decisiones judiciales sobre los casos Gürtel y Bárcenas, tras ser identificado por el que fuera su amigo y tesorero del PP como el P.A.C. que aparece en los famosos papeles de los cobros en b.

Pero sea cual sea la emoción electoral que nos depare Cascos, la lista conjunta de los conservadores inicia la reunificación de la derecha en Asturias, con la que se vislumbra el principio del fin de la aventura de Foro. Todo el mundo vuelve a casa en Navidad, esas fechas que escoge Cascos para los grandes acontecimientos.

Por el medio quedan cinco años en los que Foro ascendió a los cielos cantábricos, ganando una elecciones al poco de fundarse y logrando ilusionar a buena parte de los asturianos, hartos de bipartidismo, incompetencia y corrupción, para luego estrellarse violentamente contra el suelo por su propia incapacidad para abordar el cambio prometido.

Cierto es que no lo dejaron gobernar, pero no menos que Cascos convocó unas elecciones anticipadas creyendo que iba a ganar por mayoría absoluta, cuando lo que hizo fue facilitar el regreso al Principado del PSOE. Y a partir de ahí Foro entró en la decadencia de la que Cascos iba a rescatar a Asturias. En mayo se quedó con tres diputados en la Junta General y dos de ellos dieron la espantada al poco de iniciarse la legislatura.

Foro llega además a echarle un cable al PP cuando estalla un nuevo escándalo que afecta a dirigentes populares asturianos al levantarse el secreto del sumario del Caso Pokémon en un juzgado de Lugo. Las nuevas revelaciones, con viajes y gastos pagados por Aquagest, incluyendo partidas para “putiferios” y “putas y varios”, ya se han llevado por delante al exdiputado autonómico y presidente del PP de Avilés, Joaquín Aréstegui, al que la presidenta del partido en Asturias, Mercedes Fernández, ha obligado a dimitir. Y amenazan al exportavoz en el Ayuntamiento de Gijón, Manuel Pecharromán, y al exalcalde de Oviedo, Agustín Iglesias Caunedo.

Aunque absorba a Foro y acabe con el último episodio de división interna saldada con escisión, el PP tiene en Asturias un grave problema con la corrupción que lo azota desde hace años, sobre todo con jóvenes cachorros salidos de Nuevas Generaciones que encontraron en la política una manera de buscarse la vida en vez de dedicarse a mejorar la de los demás. La derecha asturiana podrá aparecer unida, pero dista mucho de parecer decente.