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Atlántica XXII

¿Colegio privado de Enfermería?

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¿Colegio privado de Enfermería?

Emilio Losa se dirige al Juzgado que lo imputó. Foto / Mario Rojas.

Emilio Losa se dirige al Juzgado que lo imputó. Foto / Mario Rojas.

El Juzgado de Instrucción Número 4 de Oviedo investiga si el presidente del Colegio de Enfermería de Asturias, Emilio Losa, dispone desde hace años a su antojo de los bienes de esa institución, un asunto por el que está imputado. Pero al margen de esos hechos, que pueden ser delictivos, cientos de enfermeros se han organizado para poner freno a prácticas que consideran caciquiles y endogámicas.

Patricia del Gallo / Periodista.

Cuando le dijeron que para reducir gastos podía dejar de imprimir la revista del Colegio que se puede descargar en PDF, y que además estaba siendo muy criticada por los enfermeros por su “escaso interés divulgativo”, se puso como loco. “¡De eso nada!”, zanjó, y terminó la discusión con un “¡Aquí se hace lo que yo diga!”. La conversación ocurrió a finales de 2013 y la presenciaron varias personas que no dan su nombre por temor a represalias. Quien hablaba así era Emilio Losa, presidente del Colegio de Enfermería de Asturias. Desde mayo de 2014 está imputado por un presunto delito de apropiación indebida. Se investiga si se hizo con dinero de la edición de la revista colegial mensual Impulso, por la que se han llegado a pagar más de 200.000 euros anuales siempre a la misma empresa.

Una modesta revista de 16 páginas, 6.000 ejemplares, tantos como colegiados, y que cuesta al mes en la actualidad 10.000 euros, aunque llegó a costar 15.000. El buzoneo se paga aparte y son otros 3.000 euros. Pero su precio de impresión en el mercado podría ascender como mucho a 1.600 euros en cualquier imprenta de Asturias y si los anunciantes, algunos de ellos conocidos del presidente, pagaran por la publicidad gratuita, el coste podría ser cero. El resto del dinero se va en pagar a las personas que supuestamente asesoran sobre los contenidos de una publicación que “la mayoría tiramos a la basura”, como aseguran cientos de enfermeros que se han agrupado en el colectivo Enfermería de Asturias para hacer frente a Losa, al que han denunciado judicialmente, lo que ha supuesto la imputación del polémico presidente por parte del Juzgado de Instrucción Número 4 de Oviedo.

Alfonso Román López, asesor

Entre esos asesores está el vicepresidente del colegio, técnico sanitario y diputado de la Junta General por el PP, Alfonso Román López, que no va en las listas electorales del 24 de mayo. De momento el juzgado ha documentado que cobra desde 2006, sin que exista contrato alguno entre las partes, 2.000 euros mensuales mediante talón bancario y, al parecer, sin la correspondiente factura. A preguntas de esta revista López negó “cualquier tipo de irregularidad” y calificó de “calumnias y falsedades” los datos que están apareciendo en los medios. La justicia, confía, “demostrará que así es”.

También como asesor estuvo uno de los letrados de la Junta General, Ignacio Arias, hasta hace tres años. Los denunciantes creen que pudo llegar a recibir hasta 10.000 euros sin que mediase factura de por medio. Esa actividad del letrado era compatible con su trabajo en el Parlamento e informó de ella por escrito.

La revista del Colegio de Enfermería tiene un coste desmesurado.

La revista del Colegio de Enfermería tiene un coste desmesurado.

La empresa que les paga es BV Asesores, propiedad de Bartolomé Navarro, amigo personal de Losa. Aunque solo al Colegio le factura 200.000 euros, este periodista aseguró en el juzgado que “se trata de una empresa de pequeñas dimensiones que no tiene empleados y que por lo tanto necesita de la colaboración y asesoramiento de terceras personas para atender debidamente a sus clientes”. Además de realizar la revista, esta empresa de comunicación se encarga de elaborar el boletín de los cursos que anualmente imparte el Colegio, por el que ha llegado a cobrar  hasta 19.000 euros, según fuentes de la institución.

BV Asesores paga además al mes 3.719 euros a otra empresa, Loklark, creada por Losa y su familia en 1995, aunque en la actualidad solo figura como administradora única su hija Marta. El motivo de esos pagos es, según la información que han remitido al Juzgado, que Marta Losa “es una excelente enfermera que les asesora en todo lo relacionado con la salud y la sanidad”.

La jueza que instruye la causa, María Luisa Llaneza, apunta en uno de sus últimos escritos que hay una “serie de hechos que permiten afirmar la existencia de indicios de la comisión de distintas infracciones penales, no solo un delito continuado de apropiación indebida”, sino incluso de “administración desleal, sin perjuicio de otros, en los que podría haber tenido participación no solo ya el propio Losa, sino terceros”. Y la Fiscalía señala textualmente que “Losa, en su condición de presidente del Colegio, dispuso de fondos propiedad o gestionados por la entidad, destinándolos a fines particulares, propios o ajenos, pero en todo caso desviándolos de los objetivos para los cuales se recibían”.

Un Colegio muy familiar

Los denunciantes son conscientes de que muchas de las cuestiones que han llevado a la Fiscalía no son delito. En cambio son prácticas que demostrarían que Losa y su entorno “usan el Colegio de Enfermería como un cortijo” y una “suculenta” fuente de ingresos a la que solo la Justicia  “puede poner coto”, asegura Antonio Vázquez, miembro de Enfermería de Asturias. Un sobrino del presidente está de administrativo en una de las sedes. Otra sobrina, abogada, tiene un contrato de colaboración con el Colegio y se ocupa desde hace tiempo de todos los asuntos legales, además de ofrecer cursos impartidos por la institución. Otro familiar se encarga de meter en sobres la revista cada mes para luego entregarlos en Correos. Por no aludir a la relación de la empresa de su hija Marta con el Colegio a través de Loklark. Que no es la única.

Desde Enfermería de Asturias aseguran que durante años, y tras la asistencia a los cursos que imparte el Colegio, se les entregaron encuestas a los colegiados que “voluntariamente” rellenaban sobre aspectos relacionados con su profesión, que luego se enviaban por paquetería a la propia Marta Losa y que sirvieron para uno de sus trabajos de investigación en la Universidad. “Va a ser bueno para todos”, les decía Losa padre a quienes protestaban por una práctica que consideran, al menos, poco ética. Tampoco consideran ético que se abonen obsequios de Navidad a autoridades que dirigieron la tesis doctoral de una de sus hijas, como denunciaron ante la Fiscalía. O que las comidas de las fiestas patronales se celebraran durante años en un restaurante del que era socio el vicepresidente del Colegio, Alfonso Román López.

El letrado de los enfermeros denunciantes, Alejandro Riera, es consciente de que faltan muchas pruebas, pero insta a la Justicia a investigar por fundadas sospechas. Como que Losa pudo realizar viajes que cargó al Colegio que, o fueron sufragados paralelamente por el Consejo General de Enfermería de España, o simplemente fueron cobrados sin ser realizados, ya que, según aseguran ex empleados y ex miembros de la Junta, cuando viaja Losa nunca presenta facturas ni recibos. En un panfleto llamado “La verdad del CODEPA”, difundido a raíz de la imputación de Losa, éste asegura en Impulso que solo cobra 5.700 euros al año en dietas y 244 Alfonso Román López y que todo lo que dicen sobre ellos “no es cierto”.

Losa ha declarado ya dos veces en el Juzgado por este asunto. Allí ha vuelto a decir que no cometió “ninguna irregularidad”. Pero entre la primera y la segunda comparecencia firmó un contrato con la empresa que edita la revista, un acuerdo que, como él mismo ha reconocido, hasta ese momento era solo verbal. “Ese intento de regularizar la situación ya sería”, según Riera, “motivo suficiente para investigarle”. También ha tratado de cambiar de estrategia y de prácticas. Cuando comenzó a sospechar de su entorno, colocó cámaras de seguridad en todas las sedes para vigilar quién entraba y salía del Colegio y trasladó a todos los administrativos, a los de Oviedo a Gijón y Avilés y a los de Gijón, entre ellos su sobrino, a la capital. Cortó la colaboración que tenía con dos abogados asturianos independientes que le asesoraban y los sustituyó por su sobrina Marisol Losa Rodríguez, que, como autónoma, se encarga ahora de controlar las cuentas y transferencias. Varias personas han asegurado a esta revista que Losa pasa en la sede de Oviedo “prácticamente todo el día”.

Las cuentas del Colegio están sin aprobar. La última asamblea se convocó el día de Nochevieja, fechas habituales para este tipo de citas, aseguran los enfermeros. “Un día en el que no puede nadie”, aseguran convencidos de que esas convocatorias están pensadas para evitar luz y taquígrafos. Pero por aquel entonces los enfermeros críticos ya estaban movilizados y acudieron masivamente. En medio de un gran escándalo no se aprobó ni el balance de 2013 ni las cuentas de 2015. Las últimas aprobadas son las de 2012. Los asistentes no pudieron disponer de los números hasta 48 horas antes, “mucho tiempo para analizar en qué se habían gastado 1,4 millones de euros” dicen con ironía desde Enfermería de Asturias. “No nos dejaron ni fotocopiar ni hacer fotografías, solo tomar alguna nota. Así cómo vamos a aprobar las cuentas”, lamentan. Y la asamblea terminó como empezó, con bronca. Ante las insistentes demandas de los más de 200 enfermeros que reclamaban información de esta y otras cuestiones, y cuyas imágenes aún se pueden ver en las redes sociales, lo más sorprendente fue la contestación del presidente, que también se puede escuchar: “¡No les voy a facilitar la información, de ninguna manera!”. Y eso que la colegiación en enfermería es obligatoria.

La última asamblea del Colegio de Enfermería acabó en bronca.

La última asamblea del Colegio de Enfermería acabó en bronca.

Ahora quizá tenga que hacerlo ante la Justicia, que ha solicitado las cuentas del Colegio, los extractos bancarios, movimientos de las tarjetas de crédito y todos los justificantes de los gastos en concepto de dietas y gastos de representación de Losa durante la última década. Los denunciantes confían en poder conocer si el Colegio tiene deudas a pesar de ingresar anualmente cerca de un millón y medio de euros de las cuotas de los colegiados.

La gestión económica de Losa al frente de la entidad no es el único frente abierto por el Colegio, que el próximo mes de octubre tendrá que verse las caras en los tribunales asturianos con algunos de sus empleados. Según fuentes judiciales, estos denunciaron que han dejado de abonarles complementos que recibían, como el de desplazamiento o el de toxicidad,  o la subida salarial, que supone unos 50 euros al mes a repartir entre cinco trabajadores. Cifras ridículas comparadas con las que se manejan en la edición de la revista Impulso.

Un presidente vitalicio

Losa, de 81 años, lleva 26 en el cargo. Está jubilado tras trabajar como enfermero en el SESPA, en HUNOSA y hasta en el Ayuntamiento de Oviedo. Después de su retiro montó una clínica de Podología en Oviedo, en la que solo atiende él, bajo demanda telefónica, lo que le permite perpetuarse en la presidencia del Colegio al seguir en activo. Los enfermeros denunciantes han decidido recurrir a la Justicia al ver que era la única forma de sacarle del cargo. La ejecutiva alega que, si quieren quitarles de en medio, que lo hagan por los cauces legales, con una moción de censura.

Pero eso, aseguran los críticos, es imposible. Se necesita un 15% de firmas de los colegiados para convocarla y luego la mitad más uno de los colegiados para la moción. “Imagínate lo que supondría reunir a 3.000 personas, la mitad de los colegiados, un mismo día y a una misma hora para votar… ni en unas oposiciones… Desde luego, quien redactó los estatutos lo hizo bien”, lamenta Antonio Vázquez, de Enfermería de Asturias. Tampoco han podido presentarse a las elecciones. Sostienen que el sistema está montado para evitar el cambio. Por ello, aseguran, “no ha habido elecciones en los últimos 20 años”: solo se presenta Losa.

La Gürtel y los Colegios de Enfermería

Emilio Losa ha contado desde el primer momento con el apoyo de Máximo González Jurado, presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Enfermería de España, cuyo nombre saltó a los medios de comunicación por su presunta relación con la trama Gürtel, por haber utilizado fondos de la institución colegial para costearse viajes de placer que nada tenían que ver con su cargo. Una información que se recoge en un informe realizado por la UDEF, la Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal, después de investigar documentación hallada en la sede de Special Events, la empresa central de la trama Gürtel, propiedad de Francisco Correa.

Según esa documentación, en la agencia aparecieron pagos de servicios de vuelos internacionales y estancias hoteleras a nombre de Máximo González Jurado y su familia. A pesar de estar a su nombre, después se facturaban poniendo como cliente al Consejo General de Enfermería. Él siempre lo ha negado.

Su nombre ya saltó a la luz en junio de 2011 cuando agentes de la UDEF hallaron además documentos en los que constaba su nombre como “socio” de Francisco Correa en una operación de blanqueo de capital a través de una promoción de viviendas.

Hace tiempo el portal PR Noticias publicaba todo un entramado de empresas creadas por este enfermero, que en sus más de veinte años al frente del Consejo General le habrían llevado a amasar un importante patrimonio. Oficialmente solo percibe un sueldo como profesor de la Universidad Complutense.

PUBLICADO EN ATLÁNTICA XXII Nº 38, MAYO DE 2015

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