La guillotina

PEPE EL FERREIRO / Hace tiempo me pareció oportuno enviar un artículo a ATLÁNTICA XXII sobre la corrupción, sobre la descomposición de muchos de nuestros gobernantes y otros que, sin tener participación en el Gobierno, comparten canonjías o prebendas porque se creen intocables. En este artículo iba a aparecer una lista con nombres y apellidos de esos deshonestos ciudadanos que convierten en un privilegio el puesto que ocupan (y no desarrollan). Estéril material el suyo que, al igual que el parásito, desangra al sistema. Pero me di cuenta de que, en esa larga lista de nominados sinvergüenzas que pululan por nuestro país, era posible que alguno quedara sin citar. Además, ¿para qué realizar semejante recuento de facinerosos en una interminable lista, si en esta nuestra tierra nadie quiere censurar a los que roban si son de su misma cuerda?

Al comprobar que no era fácil la solución a tan peliagudo tema, decidí generalizar, no dar nombres, ya que podrían salir perjudicados al estar en dos listas: una la que harán en mayo y la otra la que haría yo. En éstas, puede haber un bajo número de personas de bien, es decir, honestas, que podían sentirse heridas. Claro que no puede ser legal aquel que se une a grupos con gente de tan baja estofa, “dime con quién andas y te diré quién eres”, así que no deberían molestarse. Pero bueno, es de bien nacidos no adular ni ofender, después de todo, “toda” esta gente a lo mejor no tocó caudales públicos. Pueden ser tachados de insensatos o imprudentes pero no de cándidos, puesto que todo hombre debe saber dónde se mete y si se equivoca saber corregir, rectificar. No mantenella, enmendalla.

De todas formas, si aquí apareciera esa relación de individuos, más de uno de sus prosélitos, en un arranque de indignación, tiraría esta revista de ATLÁNTICA XXII. Me imagino que los corruptos no leen lo que se dice de ellos. Claro que con las triquiñuelas de sus liantes abogados, cuanto menos lean mejor para ellos.

Tengo entendido que la frase de rodar cabezas data de la Revolución Francesa. Asociar ésta y la guillotina es muy fácil. Pero no, aquí se trata de darle el sentido figurado, aunque no estaría de más que, al menos, rodaran esas más visibles para escarmiento de los mediocres que los secundan. El ruido, es este caso, no sería el de la “cuchilla de la venganza”, sino el que se provocaría al rodar la de alguno/a muy “figurativos” en esta comparsa de actores que no actúan sino que roban.

Dejemos esa relación para más adelante. Además, para los corruptos son páginas de papel mojado. Usted y yo sabemos de algunos de los que son y, aunque no sean todos los que están, si debieran estar en la cárcel.

Haxa salú.