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Atlántica XXII

Las aulas de las que salió Podemos

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Las aulas de las que salió Podemos

Dos estudiantes pegan carteles en la Facultad de Políticas de la Universidad Complutense de Madrid. Foto / Isabel Permuy.

Dos estudiantes pegan carteles en la Facultad de Políticas de la Universidad Complutense de Madrid. Foto / Isabel Permuy.

En la mayoría de los medios de comunicación Podemos padeció un boicot informativo indisimulado hasta su espectacular éxito electoral del pasado 25 de mayo. Y desde esa fecha en muchos no ha cesado el rechazo mediático, ahora en forma de ataques y descalificaciones comparables a las que llegan desde políticos y partidos de diferente signo.

ATLÁNTICA XXII se limitó a informar de Podemos desde su misma aparición, concediéndole, antes y durante la campaña electoral, la cobertura que merecía un fenómeno que parecía realmente interesante, desde un punto de vista estrictamente profesional. En la campaña adelantamos que sería la gran sorpresa del 25-M y no nos equivocamos: esa percepción estaba en la calle y se evidenciaba en el gran poder de convocatoria y en la ilusión popular que generaba la novedosa candidatura.

En el último número de la revista, aparecido el pasado 2 de mayo y actualmente a la venta en la calle, dedicamos un amplio reportaje de Claudia Lorenzo a analizar el origen de Podemos en la Facultad de Políticas de la Universidad Complutense de Madrid, convertida desde hace años en un auténtico laboratorio de nuevas ideas y proyectos políticos. El reportaje incluye una entrevista al profesor y responsable de la campaña de Podemos, Íñigo Errejón.

Como la actualidad lo demanda publicamos en nuestra web hoy y mañana ese reportaje haciendo una justificada excepción en nuestra norma, por la que no publicamos nunca artículos incluidos en la revista mientras esté a la venta.

La Facultad de hacer política

Fundada en 1943, la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid es desde hace unos años un hervidero y un laboratorio de pensamiento político innovador, desarrollado por un amplio grupo de jóvenes profesores. Son radicales ilustrados que apuestan por la transversalidad y prefieren la dialéctica arriba/abajo a la vieja izquierda/derecha. Alumbraron el Movimiento 15-M y ahora han parido Podemos, la gran incógnita en las elecciones europeas del próximo 25 de mayo.

Claudia Lorenzo / Periodista.

“La inmaculada Transición española”. Así llama Ariel Jerez, profesor en la Facultad de Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, al proceso que llevó a España de una dictadura a una democracia parlamentaria. No otorga esa denominación gratuitamente, porque fuese una experiencia errónea, sino que ironiza con la sacralización que el tiempo ha impuesto sobre la Transición y la nula capacidad autocrítica que ve en el país. También en su propio lugar de trabajo: “La versión crítica que había que haber sacado en cada uno de los campos teóricos y disciplinarios fue quedándose anquilosada y desestructurada en torno a esta narrativa de una transición ejemplar. El pensamiento crítico que había quedó restringido a determinados profesores”. La carencia de este pensamiento crítico le lleva a concluir que “podemos decir que la Universidad que hoy tenemos es producto de una selección de 30 años de profesorado obediente”.

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La Facultad de Políticas está en el campus de Somosaguas. Foto / Isabel Permuy. – See more at: https://www.atlanticaxxii.org/2583/las-aulas-de-las-que-salio-podemos#more-2583

 

 

 

La Transición española es un capítulo que muchos toman como punto de partida para iniciar la crítica política en España. Ante la imposibilidad de aliarse con una parte de la Facultad de la que formaban parte, Jerez y otros -Juan Carlos Monedero o el historiador Pablo Sánchez León entre ellos- miraron hacia las generaciones que les seguían en vez de aquellas que les precedían buscando gente interesada en crear una comunidad partiendo de unas ideas políticas compartidas. Fue en ese grupo juvenil donde encontraron, entre otros, a Pablo Iglesias o Íñigo Errejón. “Contar entre los profesores con ex ministros y algunos de los intelectuales políticos más reputados, a muchos de los cuales les tengo un enorme respeto, hace que la historia política de nuestro país pase por nuestra Facultad”, aclara Iglesias. Con sus luces y sus sombras.

La Tuerka

La unión entre la generación de profesores que empezaban y de alumnos que terminaban es el punto de partida del movimiento crítico, ideológico y revulsivo que se formó en la Facultad a finales de la década pasada; logró influir decisivamente en el Movimiento 15-M y desembocó, el 11 de marzo de este año, en la inscripción de Podemos como partido político, la candidatura más novedosa en las elecciones al Parlamento Europeo del 25 de mayo. “La esencia misma de la política es el conflicto, lo cual no significa que haya que estar a golpes todo el día, sino que la política busca solucionar o hacer frente a esos conflictos. La Facultad se ha ubicado en esa dirección”, defiende Monedero.

“El secreto de Podemos está en buena parte en el trabajo que hicimos en la Facultad, como estudiantes o como investigadores y profesores”, apunta Pablo iglesias, que encabeza la lista, tras ser el más votado en las primarias del nuevo partido, abiertas a cualquier ciudadano y que registraron más de 33.000 votantes. Licenciado en Derecho en 2001 y en Ciencia Política en 2004, Iglesias conoció a Jerez en las contracumbres de principios del milenio, en concreto la del G-8 de Génova en 2001. Tras doctorarse en la Facultad, viajó a América Latina con la Fundación Centro de Estudios Políticos y Sociales (CEPS), en la que ha sido responsable de la unidad de análisis estratégico de la presidencia de Venezuela con Hugo Chávez, consultor en el gabinete de la vicepresidencia de Bolivia y responsable de varias misiones de observación electoral en la zona.

Profesor de la Complutense desde 2008, Juan Carlos Monedero asegura que cuando aterrizó en la Universidad “solo había espacio para los que reproducían el discurso dominante de la Transición”. La inquietud de varios profesores, investigadores y algún estudiante se tradujo en La Promotora del Pensamiento Crítico, una organización que llevó a jefes de Estado a la Facultad (Rafael Correa, Hugo Chávez y Evo Morales) y promovió debates diferentes a los realizados hasta aquel momento. Uno de esos debates, en 2010, fue “99 segundos one step beyond”, que imitaba al programa 59 Segundos. “Organizábamos mesas de seis personas con una temática concreta, con preguntas para forzar el posicionamiento. Fue un revulsivo, tan importante que de ahí salió La Tuerka en Tele K”, explica Jerez.

La Tuerka, programa de debate presentado por Pablo Iglesias y emitido, en su origen, por Tele K, la televisión de Vallecas, cuenta con seis invitados que debaten sobre el tema de actualidad elegido conforme a una estructura dinámica. El equipo de redacción del programa está formado por estudiantes, investigadores y profesores de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología. Tras dos años en ese canal, el programa saltó al Canal 33 e inició su colaboración con el diario Público.

“En la Tuerka pusimos en práctica algo que ya hacíamos en la asociación estudiantil Contrapoder. Reivindicábamos la causa de radicales y mayoritarios, porque queríamos estar entre el sentido común que existía y el sentido en el que queríamos movernos. No queríamos ser muy radicales pero minoritarios, pero tampoco dejar de ser minoritarios y aceptar el pensamiento dominante”, explica Íñigo Errejón, otra de las cabezas pensantes de Podemos y de todos sus proyectos previos.

Contrapoder, la asociación estudiantil que menciona, sigue funcionando y mantiene contacto con quienes la crearon cuando eran estudiantes. “Es un espacio de confluencia de pensamiento, permite establecer un hilo de conocimiento y una comunicación permanente entre los estudiantes”, explica Alicia García, miembro de la misma. “Pretendemos hacer un análisis crítico de la situación actual, analizar los porqués, no quedarnos en el mero hecho”. Contrapoder es solo una de las muchas agrupaciones que hay en Ciencias Políticas y Sociología, una Facultad con fama de rebelde. Monedero sostiene que de ella ha salido mucha gente comprometida con la política práctica, y hoy en día, desde su ubicación en el Campus de Somosaguas, sigue estando en vanguardia en las movilizaciones estudiantiles de la Universidad Complutense.

Pablo Sánchez León, profesor de la Facultad entre 2005 y 2010 y afín al grupo, dice que no le gusta “que los profesores se metan en las organizaciones estudiantiles” porque “el estudiante siempre tiene que ser más radical que el profesor. Además, en esa Facultad lo son, así que hay que dejarlos”. Sánchez León es uno de los impulsores de la Universidad del Barrio -junto con Jerez, Monedero, Noelia Adánez y Emilio Silva-, un proyecto realizado en el Teatro del Barrio de Lavapiés que todos los lunes desde febrero hasta junio imparte el curso de “Historia (provisional) de ¿España?” con el objetivo de propagar un diálogo en su origen academicista y universitario entre todos los ciudadanos.

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La Facultad de Políticas de Madrid siempre estuvo en vanguardia del movimiento estudiantil. Foto / Isabel Permuy.

El partido parido en las aulas

Podemos debe de ser el primer partido ligado a la politología y parido en las aulas universitarias. El camino que la formación pretende recorrer ha sido muy meditado por susprogenitores. La junta directiva, su órgano de dirección, está compuesta por los propios Iglesias y Monedero, además de Carolina Bescansa, también profesora de Ciencias Políticas. Hasta el jefe de prensa y miembro del equipo de comunicación del partido, Tomás Mantecón, es “hijo” de la Facultad y de Contrapoder.  Veteranos profesores, como Jorge Verstrynge, también están cercanos a este experimento político. Pablo Iglesias quiso que Verstrynge -que fue estrecho colaborador de Manuel Fraga en AP antes de girar hacia posiciones izquierdistas- se presentara a las primarias de Podemos, pero la reacción contraria de sus bases lo impidió.

“Siempre le digo a mis alumnos  que ‘es una pena que estudiéis algo que no practicáis’. Es recomendable que alguien que investiga la política ponga sus conocimientos a funcionar y los contraste con la praxis”, defiende Iglesias, quien durante las semanas previas a las elecciones de mayo se mueve, como muchos de ellos, entre el frenético horario de dar a conocer su proyecto político y sus obligaciones como docente, que acaban siendo, según él, “un bálsamo en donde dialogo y desconecto el teléfono móvil”.

La creación de Podemos, según Monedero, respondió a tres preguntas: “La primera, ¿por qué se mantenía la fragmentación de la izquierda? La segunda, ¿por qué a Izquierda Unida le bastaba con crecer un pequeño porcentaje en las elecciones cuando la crisis afectaba al 90% de los ciudadanos? Y la tercera, ¿por qué la gente que participó en el Movimiento 15-M no encontraba satisfacción política?”. De ahí nace un partido que se mantiene dentro de las reglas del juego pero también se sale de ellas. “Podemos se mueve en dos vectores”,  explica Monedero. “Un vector representativo en un Estado social, democrático y de derecho, que sea realmente social, democrático y de derecho. Pero, como somos conscientes de que el Estado representativo tiene muchos problemas, lo acompañamos de los círculos, un vector experimental, asambleario, más atento a la experiencia del 15-M”.

El referente americano

Una de las críticas que recibe el proyecto, tanto desde la izquierda como desde la derecha, es la constante referencia de sus creadores a América Latina, una zona que todos conocen bien por haber estudiado sus procesos y trabajado allí. Pablo Iglesias defiende este bagaje pero duda de que sea posible trasladar esos modelos. “De América Latina se aprenden dos cosas. Una, que se puede hacer política de otra manera, se pueden hacer políticas redistributivas, se puede tomar el control de los recursos estratégicos, se pueden disminuir los niveles de pobreza… Y dos, que hay que comprender, no imitar, los procesos de subjetivación política. Se piensa que todo en la política es izquierda o derecha, pero en los procesos latinoamericanos se apeló a significantes muchas veces más amplios y determinantes para la construcción de lo político. Son procesos de los que hemos aprendido y que nos interesan, pero nosotros no somos de allí, y lo que haya que hacer aquí tendrá características propias”.

Podemos, en boca de sus creadores, es un elemento agitador y eminentemente de izquierdas, como la mayoría de los activistas que salen de la Facultad de Políticas. ¿Acaso solo la izquierda conforma el alumnado de esos estudios? “No, hay de todo”, explica Monedero. “Pero cuando lees y estudias, estableces relaciones entre las causas y las consecuencias. Hay que ser muy cínico para no darse cuenta de que ha habido una desigualdad en la distribución de los recursos. Y que siempre un grupo se ha beneficiado de la mayoría. Si eso lo estudias y lo sigues asumiendo, eres un canalla”.

PUBLICADO EN ATLÁNTICA XXII Nº 32, MAYO DE 2014

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