Monárquicos y republicanos echan un pulso en las calles de Oviedo

Manifestantes republicanos se dirigen a la plaza de La Escandalera de Oviedo.Foto / Paco Paredes.

Monárquicos y republicanos se echaron ayer un pulso en las calles de Oviedo coincidiendo con la entrega de los Premios Princesa. Dos manifestaciones coincidieron en los minutos previos a la ceremonia del Teatro Campoamor, sin que llegaran a producirse incidentes.

La convocatoria de una Plataforma ciudadana de apoyo a los Premios frente al hotel Reconquista tuvo poca incidencia y un seguimiento escaso. La de los republicanos en la plaza de La Escandalera, frente al teatro, fue mucho más ruidosa y compacta, pero tampoco fue multitudinaria. Era una heterogénea mezcla de trabajadores de empresas en crisis y seguidores de partidos y organizaciones de izquierdas, como IU, Podemos y CSI. Recibieron a los reyes con una sonora pitada y gritos de rechazo.

En vista de ello se diría que los ciudadanos ovetenses no mostraron mayor interés por la pasión desatada esta semana, tras unas declaraciones de la vicealcaldesa de Somos Ana Taboada, la marca local de Podemos, indicando que los Premios están “pasados de moda”. Este partido, que no parecía tener una estrategia pensada para posicionarse públicamente en la semana de los Premios, incidió después en la financiación pública de 350.000 euros del Ayuntamiento ovetense, algo que quiere revisar ya que la Fundación que otorga los galardones es privada y participan en ella la banca y las grandes empresas del país.

Izquierda Unida mostró una posición mucho más beligerante contra la Monarquía y apoyó abiertamente, incluso con militantes, el encierro en el Ayuntamiento iniciado el viernes de varios componentes de las Marchas por la Dignidad. Una movilización que finalizó ayer y provocó el rechazo del alcalde socialista Wenceslao López y de los concejales de Somos, aunque el primer edil renunció al desalojo.

Personas que secundaron la convocatoria de la Plataforma en favor de los Premios Princesa. Foto / Pablo Lorenzana.

Las relaciones entre los partidos que forman el tripartito de Oviedo (PSOE, Somos e IU) no son buenas, especialmente entre los podemistas y los comunistas. El encierro lo ha puesto de nuevo de manifiesto.

La izquierda ovetense despejó los temores a una invasión masiva de ciudadanos respaldado a los Premios, como muchos temían, pero sale de esta “semana real” tocada políticamente, porque son muchos los ciudadanos que no entendieron su postura y defienden los galardones por su relevancia cultural, la proyección que dan a la ciudad y los beneficios para su economía.

Pero si se puede hablar de torpeza en el tripartito, aunque el PSOE local y el alcalde airearon su republicanismo sin boicotear la entrega de los Premios, más evidente parece en la derecha ovetense, que es quien estaba detrás de la Plataforma ciudadana. En vez de mantenerse en un discreto segundo plano, el exalcalde popular Agustín Iglesias Caunedo tuvo todo el protagonismo en la presentación de la Plataforma y su recogida de firmas. Y la gente, que parece accidentalista con la forma de Estado y no es un tema por el que muestre especial interés, decidió quedarse en su casa. En buena parte para ver la ceremonia por televisión, porque al acto solo acuden con invitación y con sus mejores galas un selecto grupo de invitados.