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Atlántica XXII

Nos quieren en soledad, nos tendrán en común

Abdicación del Rey

Nos quieren en soledad, nos tendrán en común

Xuan Cándano

De pronto un ruido, un motivo de celebración.

Vienen de frente gigantes de azul

con las bocas llenas de su democracia,

pero el miedo ha dejado de ser la actitud.

Suena en cada cabeza un hermoso runrún:

Nos quieren en soledad, nos tendrán en común.

(“Runrún”, del disco Resituación, de Nacho Vegas)

 Xuan Cándano / Director de ATLÁNTICA XXII. Como hace ya tiempo que a los filósofos los sustituyeron los economistas en la tarea de interpretar el mundo, tuvo que ser un músico, un moderno juglar urbano, el único que supo adivinar el cambio. Poco antes del terremoto del 25-M, esas elecciones que separan lo nuevo de lo viejo en España, Nacho Vegas publicó Resituación, un disco profético que el cantautor rockero gijonés interpretó para los seguidores de Podemos, porque apoyó abiertamente a esta nueva formación política y se dejó ver en sus actos.

A Nacho Vegas la inspiración para su nuevo disco le debió de pillar en la calle. Sus letras describen lo que pasa, además de su estado de ánimo, bañado por la melancolía, y hasta pilló prestada al Centro Social Autogestionado El Patio Maravillas de Madrid la preciosa frase con la que se titula este artículo.

No podía ser más certero. No ha habido una revolución, nadie asaltó los palacios de invierno en primavera, no se tambaleó el Estado. No hicieron falta barricadas. Ahora solo Internet arroja fuego cuando las masas se enervan. Las revoluciones online asustan menos.

Lo que se ha producido es una resituación, una algarada democrática que ha obligado a todo el mundo a otear el horizonte y a seguir las señales del cambio.

El primero que se resituó fue Alfredo Pérez Rubalcaba, que más bien se quitó del medio viendo que se lo llevaba el vendaval. Habrá que ver si se logra resituar al PSOE porque, de tanto hacer de poli bueno del neoliberalismo, la socialdemocracia se ha quedado sin espacio político en todo el mundo.

Presa del pánico ante la caída a los infiernos del aliado imprescindible que fue el partido dinástico socialista, Juan Carlos I optó por resituarse de jubileta situando en el trono a su hijo Felipe VI. Si la Justicia también se resituara adaptándose a los tiempos, puede que la infanta Cristina no fuese la única imputada entre los Borbones y que su padre tuviera que explicar en sede judicial el origen de su fortuna.

El nuevo rey, y la reina, saben que solo conservarán la corona resituándose, pero no lo tienen fácil: en España nunca ha habido una Monarquía federal. Y un reino sin Cataluña es aún menos imaginable.

La vieja derecha española, que cree que sus votantes son vasallos incapaces de cuestionarse cambio alguno, solo se resituará cuando la desalojen de La Moncloa, más pronto que tarde, dado su inmovilismo.

A quien más obliga a resituarse la irrupción de Podemos -que se veía venir en la calle, pero no en los despachos oficiales y ni en las redacciones de los medios- es a Izquierda Unida. Tendrá que tomar el mando Alberto Garzón jubilando a una dirección fosilizada. Un pacto con Pablo Iglesias y Podemos de Izquierda Unida, con Garzón al frente, sería una resituación casi revolucionaria muy difícil de digerir para la “Casta”.

El fin del artificial bipartidismo, la corrupción de la partitocracia y la crisis de la Monarquía, que van en el mismo paquete, suponen tremendos daños colaterales para los grandes medios de comunicación, colaboradores necesarios del Régimen del 78 que se desmorona. Su resituación ante la opinión pública, que ya no les otorga credibilidad alguna y los ve como parte del problema político de España, es imprescindible para su propia supervivencia. Los ciudadanos ya han decidido resituarse informativamente en Internet, hartos de manipulaciones, mentiras y oficialismo casposo.

Y Podemos, con quien vino la resituación, ¿tendrá también que resituarse pensando en la posibilidad de asaltar los Gobiernos más que los cielos? Ahí está el reto de un partido que es un antipartido, de una organización desorganizada reacia a jerarquías y liderazgos que tiene que empezar a pensar en programas de gobierno y en la formación de cuadros dirigentes.

Nacho Vegas, que puso música y letra a esta utopía política primaveral, no lo ve tan complicado y en Resituación lanza propuestas electorales en forma de poema:

Hay expresiones que suenan bien

y otras que tienen gracia.

De las primeras, justicia social;

de las otras meritocracia.

Vamos a usar las dos a la vez,

a ver qué tal nos cae.

Oh, dicen que acaba de implosionar

el edificio de la RAE.

(“Libertariana Song”, del disco Resituación).

PUBLICADO EN ATLÁNTICA XXII Nº 33, JULIO DE 2014

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