
Movilización de la Plataforma «Imagina un bulevar» en Oviedo. Foto / Mario Rojas.
Por Xuan Cándano. Al 15-M se le minimizaba porque no tenía eficacia inmediata, como si un movimiento espontáneo masivo y transversal como el que representó aquel vendaval ciudadano de la primavera de 2011 pudiera tener efectos prácticos instantáneos.
Hay cuestiones que no se pueden medir, ni en las revoluciones. El 15-M movió a millones de personas espoleadas por los jóvenes, pero su importancia es mucho más cualitativa que cuantitativa. Hay un antes y un después en la sociedad española con la rebelión de los indignados. Los poderes han tenido que asumir que su impunidad puede tener fecha de caducidad. También han tenido que cambiar su lenguaje. Y hacer concesiones.
El grito de «Sí se puede» sustituyó al «No hay pan para tanto chorizo» cuando las plazas se vaciaron y los colectivos del 15-M empezaron a trabajar en la retaguardia social. Hubo triunfos y avances, sobre todo con el drama de los desahucios.
Ahora en Oviedo se ha dado otro paso en otra materia mucho más compleja, y además con un Gobierno local del PP. En el pacto entre IU y el PP en el Ayuntamiento de la capital asturiana, que permitió a los populares aprobar los presupuestos municipales, uno de los proyectos que la coalición arrancó al alcalde Agustín Iglesias Caunedo fue la construcción de un bulevar a la entrada de la ciudad.
«Imagina un bulevar» se llama la campaña lanzada por el grupo de Urbanismo del 15-M en Oviedo en colaboración con los vecinos de dos barrios partidos por la autopista, Ventanielles y Guillén Lafuerza. La propuesta ciudadana, con el arquitecto ovetense Manuel Carrero al frente, tras estudios, debates, asambleas y movilizaciones, consiste en convertir en una gran avenida esa zona de la ciudad, consiguiendo, además de cerrar una cicatriz urbana, evitar el deterioro que padece la iglesia prerrománica de Santullano, que lleva cuarenta años pegada a la autopista.
El Gobierno local del PP había rechazado la propuesta, por cara, y pretendía solucionar el problema con la alternativa habitual en la ciudad desde hace muchos años: una enorme inyección de hormigón en forma de losa.
Ahora, entre las 15 condiciones de IU para aprobar los presupuestos estaba el bulevar y el PP las ha aceptado. De momento solo es un imprescindible primer paso: 120.000 euros para el proyecto inicial.
La Plataforma «Imagina un bulevar» ha hecho pública una nota recordando que esa iniciativa es insuficiente y que de mano solo contempla una solución para la zona del monumento prerrománico, por lo que «solo satisface parcialmente» sus peticiones. También recuerda que este tipo de asuntos «no pueden resolverse, como se viene haciendo hasta ahora, encargando a una empresa consultora la redacción de un proyecto técnico» y apunta a precedentes donde no se pasó de ahí.
Pero también es cierto que sin subir el primer peldaño no se llegará a la meta y hace bien la Plataforma en permanecer alerta y vigilante.
En Oviedo los vecinos de dos de los barrios más modestos de la ciudad ya se habían imaginado un bulevar. Ahora se trata de verlo.
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