
Los contactos entre Javier Fernández y Felipe VI fueron continuos en esta edición de los Premios Princesa. En la fotografía, con Matías Rodríguez Inciate y la reina Letizia. Foto / Pablo Lorenzana.
Los continuos contactos personales entre el rey Felipe VI y el presidente de la gestora del PSOE y de Asturias, Javier Fernández, estos días en Oviedo, en vísperas de la reunión del Comité Federal de los socialistas, dieron a esta edición de los Premios Princesa un marcado carácter político, más visible que nunca.
Si para Javier Fernández, que será recibido el martes por el rey en La Zarzuela en la nueva ronda para la investidura, sería un alivio que el Comité Federal se inclinara por la abstención para permitir gobernar a Mariano Rajoy, idéntica sensación experimentará Felipe VI, no menos preocupado por la crisis institucional. La sintonía entre los dos es evidente, a lo que contribuye la moderación de Javier Fernández, que no cuestiona la Monarquía y es un gran defensor de la vigencia del Régimen del 78, uno de sus motivos de confrontación con Podemos, con quien mantiene una pésima relación.
La investidura fue el gran tema de los corrillos en el hotel de la Reconquista y en el Teatro Campoamor, centros neurálgicos de los Premios y su ceremonia. Tampoco los premiados se pudieron sustraer a la actualidad política y Nuria Espert no ahorró críticas por la falta de acuerdo político tras las dos últimas elecciones. La actriz se emocionó y emocionó en la ceremonia recitando a Lorca.
En una preciosa y soleada tarde de otoño, la calle rebajó este año el tono de las protestas. Los manifestantes contra la Monarquía y el boato de los Premios volvieron a concentrarse en la plaza de la Escandalera, frente al Campoamor, bajo un enorme despliegue policial. Eran varios cientos y menos que en ediciones anteriores. Este año fueron desplazados unos metros y la policía requisó los palos de las pancartas de los manifestantes, pero sus gritos y sus banderas asturianas y republicanas ondeando se dejaron notar a la llegada de los reyes y sus invitados. Burlaron las medidas policiales utilizando globos y otros artilugios caseros para que fueran bien visibles los colores de la bandera republicana y algunas pancartas. Una de ellas decía: “Bienvenidos premiados, hasta nunca patronos”, en referencia a los de la Fundación Princesa, representantes de la banca y las grandes empresas e instituciones españolas.

Los manifestantes contra la Monarquía fueron menos que en ediciones anteriores. Foto / Pablo Lorenzana.
El alcalde de Oviedo, el socialista Wenceslao López, asistió de nuevo a la ceremonia, pero no los concejales de Somos e IU de su equipo de gobierno, que estaban entre los manifestantes. El concejal de Economía, Rubén Rosón, de Somos, pretende hacer disminuir progresivamente hasta su desaparición la subvención municipal a los Premios. Ahora es de 300.000 euros anuales, tras un recorte de 50.000 en la pasada edición.
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