Romero: «Son los propios ugetistas los que denuncian a sus jefes corruptos»

Un momento de la charla de ayer.

Redacción / ATLÁNTICA XXII participó anoche en un foro convocado por el sindicato CNT de Gijón, sobre la financiación de UGT-Asturias y los reportajes de investigación publicados por la revista que dirige Xuan Cándamo. Participaron Juan Silva, que moderó el debate, y los periodistas atlánticos Pablo Batalla y Fernando Romero, autor de los reportajes sobre el sindicato asturiano.

Pablo Batalla introdujo la charla explicando las dificultades que tiene una revista que se dedica a investigar y que toca la fibra del poder político y económico. Habló de las noticias adelantadas por ATLÁNTICA XXII y que no tuvieron repercusión en otros medios asturianos hasta que aparecieron reflejadas en los nacionales e informó de la campaña de aportaciones populares que está en marcha para financiar a la revista. También explicó algunos antecedentes del periodismo que hace ATLÁNTICA XXII y la filosofía que mueve a este proyecto periodístico.

Fernando Romero se centró en su trabajo periodístico desde hace un año investigando las cuentas de UGT y el tren de vida de sus cargos. Dejó claro que a ATLÁNTICA XXII no le mueve ninguna animadversión personal contra el sindicato y que, por el contrario, toda la corrupción interna y la filtración de lo que ocurre dentro surge de los propios afiliados o trabajadores despedidos del sindicato: «Son los propios ugetistas los que están denunciando a sus jefes corruptos porque tienen interés en regenerar el sindicato y les duele verlo así».

Habló de una presunta actuación mafiosa desde hace más de 30 años en Asturias que se intensifica a partir de la llegada de los fondos europeos para formación, «momento en el que se pasa de manejar 200 millones a 2.000 millones y empiezan a cambiar a los que honradamente llevan los cursos de formación, militantes del sindicato, por gestores y expertos, más cercanos al mundo de las altas finanzas».

La financiación irregular de UGT-Asturias llega con los recortes del PP. Los sindicatos empiezan a tener menos fondos de financiación y se producen despidos internos. Se ponen en marcha ERES y ERTES.  En los últimos años UGT venía funcionando como una gran empresa que a partir de 2010 entra en pérdidas «y se bajan los sueldos a los trabajadores mientras los cargos se los suben o se gastan millones de euros en organización de centenarios, congresos, reuniones y viajes».

El periodista explicó que desde hace años UGT-Asturias funciona gobernada por un lobby formado por las potentes federaciones del Metal y del SOMA. En el caso de la Unión Regional ese lobby estaba formado por el ya fallecido Manuel Fernández «Lito», Eduardo Donaire, el ex senador socialista José Antonio Alonso y el propio Justo Rodríguez Braga.

Romero comentó también algunos detalles que retratan el funcionamiento endogámico de la organización: «Si se sigue el rastro de un apellido de un cargo en UGT, como si fuera un árbol genealógico, se llega siempre a otro cargo que fue su padre, su abuelo o su tío. Sólo a Justo se le contaron hasta siete parientes trabajando en UGT».

Según el colaborador de ATLÁNTICA XXII el origen de todos los males de la central sindical (y que también afecta a CCOO y a la FADE) fue el depender casi en un 90% de los fondos de formación para financiarse, de manera que -explicó- «Felipe González en la huelga general del 14 de diciembre de 1988 se cabreó y amenazó a UGT con cerrar el grifo, lo que hubiera supuesto su quiebra total y su desaparición».

Tren de vida de los altos cargos

El periodista asturiano habló también del tren de vida, muy alejado del que debería de llevar un sindicalista, de algunos de los cargos de UGT y detalló ejemplos concretos de ostentación y gastos de muchos de ellos y de su trato de amistad con empresarios, aceptación de regalos, uso de tarjetas sin gastos controlados, elevados sueldos, uso de coches de alta gama y compra de pisos en residencias de alto standing.

Finalizó su charla explicando cómo se había confeccionado el último reportaje de ATLÁNTICA XXII sobre la investigación que lleva a cabo la Audiencia Nacional a través de la UCO y que se ha publicado en el último número: «Nosotros solo publicamos la información que manejaba la UCO sobre UGT-Asturias, ya que conseguimos acceder a la misma y a sus líneas de investigación». En este sentido enumeró cuáles eran: desvío de subvenciones para fines diferentes, gastos personales, pagos en B por medio de sobres, destino de los millones recibidos del Patrimonio Histórico, la propia contabilidad de UGT, las dietas de los cargos y la presunta utilización de trabajadores en paro realizando tareas remuneradas en B por el sindicato.

Además, la UCO -dijo- «está detrás del uso indiscriminado de tarjetas de crédito (visas oro del Banco Santander), viajes al extranjero y todo el entramado de empresas que en Asturias son 10 dedicadas a todo tipo de negocios, desde inmobiliarios hasta de viajes y comunicación».

El debate final fue muy interesante ya que estaban presentes algunos trabajadores y mineros que habían pertenecido a UGT y que aportaron algunas experiencias sobre la manera de proceder de sus jefes. En concreto, en la minería se explicó que un liberado de un pozo cobraba mucho más que un picador normal. También se contaron anécdotas sobre cómo para entrar a trabajar en una empresa había que estar afiliado obligatoriamente a UGT o a CCOO, algo de lo que ATLÁNTICA XXII ya informó en otros números.