Imagina esos días en los que, desde que te levantas y te pones a laborar con las mil y una faenas de la vida, todo te sale a la primera y no logras ensoñarte con nada por mucho que lo intentas. Te sientes inquieto o hasta nerviosa, hay ensoñaciones para perderse con ellas, pero, con la eficacia por las nubes, no te decides a irte de nefelibata con ninguna. Tu mente se concentra en cada tarea como un rubí en un rayo láser; tu cabeza, tu cuerpo, todo tu ser va y viene cumpliendo con sus misiones, y se diría que la vida toda es como cuando acabas de pasar la ITV y a pie de túnel te entregan los papeles sin mácula y en el parabrisas pegas, con una exactitud exacta, con una prisa oscura, nada amorosamente, la viñeta del año y arrancas ya enseguida a por la próxima. ¿Cuándo fue la última vez que te ocurrió? ¿Cómo consigues vencer esos momentos?
Para esos casos, para esos días en que no puedes desengancharte de tu eficacia inflamada, puedes utilizar la Técnica Peregrino para aumentar tu capacidad de ensoñación. La Técnica Peregrino facilita la desconcentración con tus triunfos cotidianos y, en este sentido, propicia la celebración de algo más difuso y lo mismo hasta más hondo. ¿Pero en qué consiste?La inventó en 2005 en San Francisco el malogrado emigrante asturiano (procedía de la arámica aldea de Tenebreo) Peregrino Zabalinchurreta Truenga y cuenta con muchos seguidores que la utilizan a diario como forma habitual de ensoñamiento y no solo cuando tienen un problema de supereficacia. Yo, personalmente, la utilizo únicamente cuando la necesito, cuando estoy vertiginosamente resolutivo… y ¡funciona!
Lo bueno de esta técnica es que puedes empezar a practicarla hoy mismo, ahora. Apenas hay curva de aprendizaje y necesitas muy poco para ponerla en marcha. Para empezar a comprender esta técnica, quédate en primer lugar con estas dos ideas principales:
1) Las ensoñaciones se practican en bloques de tiempo de 25 minutos.
2) Cada 25 minutos tienes que hacer un breve descanso y ser eficacísima o eficiembérrimo durante 5 minutos.
En primer lugar tienes que elegir la ensoñación con la que te vas a empoderar. Si es una ensoñación mediana o grande que te va a llevar más de 25 minutos, divídela en bloques menores.
Luego fija el temporizador a 25 minutos y ponlo en marcha. Arroblégate en el asiento, cruza las piernas sobre la mesa o sobre el manillar de tu vehículo o bien túmbate donde quiera que estés y ataréate con esa ensoñación despreocupándote totalmente del reloj. Ensuéñate a tope durante esos pocos minutos.
Una vez transcurrido el tiempo, en cuanto suene la alarma, para inmediatamente de ensoñarte y haz algo de una urgencia apremiante durante 5 minutos.
Luego regresa a tu arroblegamiento y sigue ensoñándote en bloques de 25 minutos. Al cabo de dos horas, es decir, 4 bloques, haz algo de una importancia primordial durante un tiempo más prolongado de 15 o 20 minutos.
Evidentemente necesitarás un cronómetro para fijar, iniciar, pausar y reiniciar tanto los bloques de 25 minutos como las pausas de 5 minutos. Puedes utilizar desde un reloj convencional hasta una aplicación de móvil o un recurso de web. Te recomiendo una aplicación porque ya vienen preparadas con los tiempos de ensoñamiento y faena y solo tienes que descargarla e instalarla para empezar.
Personalmente utilizo el iCalmClok, que sirve tanto para espíritus taoístas como para nuestro país y añade además en la versión de pago (1,29 €) un montón de complementos con ideas estupendas para esos días en los que no encuentras nada con qué ensoñarte. Pero hay muchas alternativas para elegir en cualquier plataforma. Basta con que teclées o digas o pestañées “Técnica Peregrino” en tu dispositivo y verás la cantidad de resultados que te salen.
La Técnica Peregrino es mucho más de lo que he contado. Solo te he trazado las líneas generales, pero suficientes para empezar con ella desde hoy mismo. Yo, personalmente, la encuentro algo incómoda y solo recurro a esta técnica en los días como los que describía al principio. Pero precisamente por eso me gusta y te hablo de Peregrino, porque se abarloa a tus otras gratitudes con la vida y puede perfectamente abordarte un día.
PUBLICADO EN ATLÁNTICA XXII Nº 32, MAYO DE 2014
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