Vinader, talento y valentía de un periodista

Xavier Vinader en Barcelona, en una foto reciente.

Xuan Cándano / Director de ATLÁNTICA XXII.

Hubo un tiempo en el que los jóvenes periodistas no aspiraban a ser tertulianos bien pagados, por hablar de todo y no saber de nada, ni a salir en televisión para ser reconocido por la calle. Aquellas generaciones de aspirantes a plumillas del tardofranquismo y los primeros años de la Transición a quien emulábamos era a Lou Grant, el protagonista de una serie que llenó las Facultades de Ciencias de la Información, y soñábamos con guerras lejanas y grandes reportajes de investigación.

Pocos vieron cumplidos sus sueños y entre ellos quien se convirtió en referente fue Xavier Vinader, que acaba de morir en Barcelona a los 68 años.

Su biografía profesional es impresionante y sus trabajos ya forman parte de lo mejor del periodismo español de entre siglos, pero un incidente lo convirtió en un icono de la Transición y demostró su enorme valentía personal, que empequeñecía su minusvalía física. Un reportaje en Interviú en 1981 sobre la guerra sucia contra ETA se relacionó con un atentado de la banda a dos ultras citados en su trabajo. Vinader fue condenado a siete años de cárcel por la Audiencia Nacional y se fue al exilio a Londres. A su regreso cumplió varios meses de condena antes de ser indultado.

Aquel episodio convirtió a Vinader en un símbolo de la libertad de expresión, una conquista democrática nunca consolidada, porque depende mucho más de la actitud personal y profesional de periodistas insobornables, como este catalán que se nos acaba de ir, que de leyes y retóricas huecas.

El retroceso democrático en España de los últimos años también lo fue del periodismo independiente y osado que representaba y ejercía Vinader, experto en las bandas y las conexiones de la extrema derecha, en las que se llegó a infiltrar. Su nombre ya no estaba en las grandes cabeceras y, aunque nunca dejó de ejercer el periodismo, dedicó también su tiempo a la enseñanza.

En ATLÁNTICA XXII publicó algunas de sus últimas colaboraciones y le hicimos una entrevista que debería ser material de estudio en las Facultades de Periodismo. Tenía otro reportaje de investigación pendiente de enviar para el que me había pedido unas gestiones. No las haré. Vinader es insustituible.