
En la carga, la policía repartió golpes a numerosos jóvenes y efectuó dos detenciones. / Foto: Iván Martínez.
Dos horas tardó la Policía esta mañana en Oviedo en facilitar el desahucio de Jorge Cordero, un emigrante ecuatoriano que lleva nueve días en huelga de hambre frente a la sede de Cajastur. El primer desahucio lo impidieron activistas del 15-M hace meses apostados frente a la puerta de la vivienda, pero esta mañana la intervención policial hizo inútil la resistencia.
El barrio de Ciudad Naranco fue escenario desde primeras horas de la
mañana de un enorme despliegue policial. La calle Augusto Junquera,
donde se ubica la vivienda, permanecía cerrada al tráfico y al paso de
peatones.
Jorge Cordero pasó la noche en el piso acompañado de 18 activistas del
15-M. La policía tuvo que abrir a golpes el portal, que permanecía
bloqueado, y accedió a la vivienda por un hueco en la pared que
hicieron los agentes.
Unas 200 personas, sobre todo jóvenes activistas del 15-M y su
plataforma Stop Desahucios, pero también vecinos del barrio, se
enfrentaron a la policía verbalmente e intentaron impedir el desalojo.
La policía cargó contra los manifestantes en dos ocasiones. En una de
ellas un agente llegó a perder por unos instantes su pistola y cayeron
al suelo varias balas.
Un policía de paisano que parecía dirigir la operación justificó la
carga más violenta, señalando que se produjo para rescatar una mochila
arrojada desde la vivienda, que podría contener material peligroso. En
esa carga la policía, que repartió golpes a numerosos jóvenes, efectuó
dos detenciones.
Finalmente, tras dos horas de tensión y forcejeos, el deshalojo se
efectuó gracias a los funcionarios judiciales que accedieron al piso
protegidos por la policía. Fueron detenidos los 19 ocupantes del piso,
que salieron esposados.

El desahuciado, Jorge Cordero, sale esposado por la policía. / Foto: Iván Martínez.
Desde ventanas cercanas al piso desahuciado vecinos de Ciudad Naranco
hicieron sonar cacerolas en solidaridad con Jorge Cordero y su
familia, su esposa y un bebé de cinco meses.
Los manifestantes acudieron entonces a la sede de Cajastur y
penetraron en su oficina principal profiriendo gritos contra esta
entidad financiera y sus responsables.
Con Cajastur tiene Jorge Cordero una deuda hipotecaria y la entidad no
autorizó una dación de pago porque sostiene que cuando se aprobó
legalmente esta figura, esta primavera, el desahucio de este emigrante
ecuatoriano ya se estaba ejecutando.
Cordero sostiene que tuvo que cerrar su empresa de transportes por las
deudas que mantenían con ella otras tres, entre las que estaba una de un
ex concejal ovetense del PP, miembro de la Asamblea de Cajastur. Éste,
José Suárez Arias-Cachero, ahora en Foro Asturias, lo niega y puso un
denuncia al 15-M de Mieres por difundir la versión de Cordero.
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