Atlántica XXII se marca como retos dotarse de una más ambiciosa gestión empresarial y rebajar su periodicidad, según dijeron sus responsables en la presentación del número 14 de la publicación en Gijón, en un acto organizado por el Club Prensa Asturiana.
La primera intervención, del fundador de la revista y psiquiatra gijonés Guillermo Rendueles, fue la más larga y didáctica. Evocado a Steiner, Rendueles alabó a Atlántica XXII, a la que calificó de «un objeto importante que llega para quedarse» y comparó su adquisición en un quiosco con «meter huéspedes en casa que nos hacen mejores». También destacó, en unos tiempos donde prevalece lo individual, que la revista «recrea el interés por lo público».
El escritor y colaborador de la revista, Milio Rodríguez Cueto, dijo que su sección «Casting» consiste en «travestir de actores a los protagonistas de la política asturiana». Recordó que el director de Atlántica XXII, Xuan Cándano, fue quien propició que se dedicase a la literatura, al publicarle sus primeros trabajos cuando en los años 80 del pasado siglo estaba al frente de «Hojas Universitarias», publicación de la Universidad de Oviedo. Como ahora continúa en Atlántica XXII «Casting», una serie interrumpida en otro medio asturiano, Milio agradeció a Cándano que le abriese las páginas de la revista «cuando estaba huérfano y necesitaba editor».
Para el escritor asturiano Atlántica XXII destaca por su «espíritu libertario» y su existencia «es fundamental en el panorama mediático asturiano». En su opinión la revista es una realidad exitosa por la insistencia «de alguien muy necio como Xuan».
El abogado gijonés Francisco Prendes Quirós fue el más autocrítico. También fundador de la revista, insistió en que tiene un problema con su periodicidad. «Salir cada dos meses es una cruz, debería ser mensual, aunque quincenal sería lo ideal». Prendes cree que ser bimestral evita una mayor relación de los contenidos de la revista con la actualidad.
Prendes también echa en falta en la revista profundidad, pensamiento, voces autorizadas y mayor relación con la Universidad. Destacó en cambio su valentía y su información sobre los casos de corrupción en Asturias. Puso como ejemplo un número dedicado al alcalde ovetense Gabino de Lorenzo y un artículo sobre la familia Bueno, que, en su opinión, «para el pensamiento de Asturias es un baldón y para Oviedo una verguenza».
Resumiendo, el abogado gijonés piensa que de Atlántica XXII «no se puede decir que sea la Revista de Occidente, es una revista buena de andar por casa que vale mucho más de los cinco euros que cuesta». Como Milio, Prendes dijo que la publicación asturiana es posible por el tesón «de un llocu, un necio», en referencia a Cándano. «Ahora hace falta un necio rico, que mantenga la revista».
Xuan Cándano devolvió los elogios personales a Milio Rodríguez Cueto, al que considera uno de los mejores escritores españoles, aunque no tenga tal reconocimiento «por escribir en una lengua minoritaria y sin normalizar como el asturiano». Su opinión fue corroborada por algunos de los asistentes.
El director de Atlántica XXII dijo que la revista trata de rescatar los valores del periodismo, que está en crisis por la dejación de los profesionales, mucho más que por un cambio tecnológico o cultural. Puso como ejemplo de ello la cobertura mediática de las elecciones del 22 de mayo, que le parece una escandalosa manipulación avalada por la Junta Electoral.
Tanto en relación a lo apuntado por Prendes como a preguntas de uno de los asistentes, Cándano dijo que el primer reto de la revista es impulsar su gestión empresarial para contar con una redacción con periodistas liberados. Eso podría permitir a medio o largo plazo rebajar la periodicidad, según su «hoja de ruta».
El acto fue presentado por el responsable del Club Prensa Asturiana de Gijón, Luis Miguel Piñera, que halagó «el periodismo de combate» de Atlántica XXII, de la que se confesó fiel lector desde el primer número.
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