JB, las memorias de un bohemio productivo

La mujer de Juan Benito Argüelles, Lola Lucio, hizo posible la edición de las memorias.

Un bohemio productivo. Ese fue uno de los múltiples elogios que recibió ayer Juan Benito Argüelles, fallecido hace un año, en la presentación en la biblioteca del Fontán de Oviedo de sus memorias, Doy mi palabra (Editorial KRK).

El calificativo es del articulista del diario El Comercio, Juan Neira, que destacó la “tolerancia azañista” de JB, como lo conocían algunos de sus amigos, un republicano que “estuvo en el bando de los perdedores, pero es un ganador”.

Para el periodista de La Nueva España Melchor Fernández Díaz, que también destacó la bohemia y la vocación noctámbula de JB, el fundador de la asociación Tribuna Ciudadana, del premio de novela Tigre Juan y de otras muchas aventuras culturales, que aún perviven, fue “un genuino heredero de la Institución Libre de Enseñanza”.

El expresidente asturiano Juan Luis Rodríguez Vigil confesó que se aprovechó de la amistad de JB, “porque aprendí muchas cosas de él”. Y recalcó que, a pesar del fusilamiento de su padre en la Guerra Civil por sus ideas republicanas, “nunca tuvo un ápice de odio y eso que tenía muchos motivos”.

También intervino el presidente del RIDEA y bibliotecario de la Universidad de Oviedo, Ramón Rodríguez, que destacó que Doy mi palabra es una obra de edición de la esposa y compañera inseparable de JB, Lola Lucio, que asistió al acto en la primera fila de un salón de actos abarrotado de público.

Lola hizo posible las memorias de su marido recopilando sus escritos. Tanto ella como Juan Benito Argüelles están entre los fundadores de ATLÁNTICA XXII.

El acto fue presentado por el arquitecto y actual presidente de Tribuna Ciudadana, Alfonso Toribio, que dijo del homenajeado que “vivió como quiso y disfrutó de la vida”.