
Justo Rodríguez Braga y Cándido Méndez en Oviedo. Foto / Mario Rojas.
Sentencias judiciales que derribaron el ERE que aplicó a su propia plantilla y que condenaron por amenazas al presidente del comité de empresa al secretario general, denuncias de despilfarro, represión sindical, supuestos pagos en dinero negro y la crisis económica por los recortes en las ayudas públicas salpican a UGT-Asturias. De ello se ocupan la portada y los reportajes centrales del número 28 de ATLÁNTICA XXII, que sale a la calle el 6 de septiembre. Incluye una entrevista al ex coordinador de Juventud del sindicato, en la que asegura que lo intentaron sobornar dirigentes ugetistas.
En la condena al secretario general de UGT-Asturias, Justo Rodríguez Braga, por amenazas y presiones al presidente del comité de empresa del sindicato, Carlos Suárez Peinado, el juez tuvo en cuenta la transcripción de una conversación entre ambos que grabó este último. La transcripción completa de la grabación será publicada mañana en esta edición digital de ATLÁNTICA XXII.
En el nuevo número se incluye también una entrevista a Joaquín Arce, en la que asegura que en 2002, cuando era jefe de Gestión Económica de la Consejería de Educación, informó al presidente asturiano Vicente Álvarez Areces de la corrupción en las adjudicaciones públicas que luego destapó el Caso Marea. Areces, en su primer Gobierno, no llegó a comprobar ni a tener en cuenta esas informaciones.
Entre el resto de las informaciones y reportajes en las 80 páginas de la revista también hay uno que demuestra que Joaquín Almunia tenía razón en la polémica del tax lease de la construcción naval, que representa un privilegio fiscal para las grandes empresas españolas, entre ellas el Banco Santander, Inditex o El Corte Inglés. Y otro sobre Bienvenido Alegría, un constructor que espió para los nazis en Gijón durante la II Guerra Mundial.
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