
Un momento del debate tras la entrega del premio de la Logia Progreso a ATLÁNTICA XXII.
Los masones echan en falta más medios de comunicación críticos e independientes como ATLÁNTICA XXII, según se evidenció en la noche de ayer durante la entrega de la sexta edición de los Premios que concede anualmente la Logia Progreso de Oviedo.
En la justificación del fallo, Pedro José Vila, miembro de la logia y patrono de la Fundación «Maria Deraismes», alabó la calidad y la valentía de ATLÁNTICA XXII, que recibió uno de los dos premios en manos de su director, Xuan Cándano. «Alguna vez os pasáis de frenada -dijo en tono de humor- pero es disculpable en una sociedad en la que los medios están tan domesticados». «Con una prensa tal asilvestrada, encontrarse con una publicación como ATLÁNTICA XXII es un soplo de aire fresco», añadió Vila.
En su intervención Xuan Cándano agradeció el galardón en nombre del amplio equipo de personas que elaboran la revista y subrayó el contraste de su conexión con la calle y la sociedad frente a sus problemas económicos derivados de la falta de publicidad. Con datos, comentó que la revista va muy bien en ventas y suscripciones, pero la falta de anuncios lastra muchas de sus expectativas, un problema directamente relacionado con sus contenidos críticos y el periodismo de investigación que practica. «Padecemos un boicot en la publicidad institucional desde que llegó el Gobierno asturiano del socialista Javier Fernández, pero también debería implicarse más con la publicidad la masa crítica de la sociedad asturiana que nos alienta y nos mantiene desde hace casi seis años», dijo Cándano. «A los suscriptores y a los lectores no podemos pedirles más», recalcó.
El debate incidió en esta cuestión y uno de los asistentes planteó si no era posible prescindir de la publicidad, algo que el director de la revista no ve factible en ninguna publicación de papel. «Los ciudadanos tenemos que darnos cuenta que los medios libres y de calidad cuestan dinero y deberíamos ayudar más a mantenerlos», dijo uno de los asistentes y miembro de la logia.
Precisamente apostar por ese formato tradicional en los tiempos de la crisis del papel fue uno de los halagos que hizo a la revista Belén Prieto, que recibió otro premio en nombre del colectivo «Pero quién dice que en Oviedo no hay nada». Dar desayunos gratuitos a niños y familias afectadas por la crisis es la actividad más destacada de este colectivo que nació, en palabras de Prieto, «para combatir el tópico que nos dejó La Regenta sobre Oviedo como una ciudad dormida, y también para hacer política ciudadana».
Belén Prieto se declaró abiertamente de izquierdas y dijo que su colectivo huye «de lo benéfico hacia lo social y participativo». «No somos un comedor para pobres», describió. Se mostró orgullosa del apoyo social «porque la ciudad se volcó y la hostelería está muy implicada».
Tras las intervenciones y el coloquio celebrado en el local de la Logia Progreso, ante una veintena de personas, Pedro José Vila y la venerable maestra Paloma Fernández entregaron los premios, una cerámica con el logotipo de la única logia ovetense, una acreditación en forma de pergamino y un lote de libros sobre la masonería.
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