
El periodista y escritor Gregorio Morán, censurado por la editorial Planeta.
Foto / Eva Vignini.
¿Hay que pedir permiso para escribir en España? Eso parece y eso pretendía la editorial Planeta con Gregorio Morán, escritor y periodista con muchísimos seguidores en España y colaborador de ATLÁNTICA XXII.
Finalmente, tras una larga disputa que duró meses, Planeta y Morán han llegado a un acuerdo, que el periodista denomina “un documento de divorcio”, por el que la editorial permite la publicación de El cura y los mandarines en otra empresa, respetando el contrato que previamente había firmado con su autor en términos económicos.
Morán había cobrado por adelantado, mediante el contrato, y Planeta no le reclama el dinero y autoriza la publicación en otra editorial, tras negarse el autor de El maestro en el erial a eliminar un capítulo de su nuevo libro, referido al ex presidente de la Real Academia Española de la Lengua (RAE) Víctor García de la Concha.
La censura de Planeta de la última obra de Morán, en la que trabajó en los últimos diez años, coincide, de manera no precisamente casual, con la presentación ayer del nuevo diccionario de la RAE. Su primera tirada es de 450.000 ejemplares y es un gran negocio para la editorial catalana, que decidió prescindir de la publicación de El cura y los mandarines al no eliminar su autor el penúltimo capítulo, el referido a García de la Concha. El ex director de la RAE accedió a la lectura del texto definitivo del trabajo de Morán, que analiza de forma implacable la vida cultural española y a sus protagonistas desde el tardofranquismo. En la editorial le llegaron a decir a Morán para convencerle que practicase la autocensura: “Si el libro tiene casi setecientas páginas, qué importa quitarle once”.
Tras retrasar varias veces la llegada del libro a los puntos de venta, la última fecha prevista, y definitivamente incumplida, fue la del pasado 8 de este mes de octubre.
Ya ha habido varias editoriales que se han dirigido a Morán para editar su libro censurado, pero el escritor aún no ha tomado una decisión al respecto. Morán -asturiano, como García de la Concha- cree que este episodio es “reflejo de una situación político/cultural definitiva en la que se ha producido una limitación brutal de las libertades”. Recuerda apoyando esta tesis que su polémica biografía sobre Adolfo Suárez se publicó sin problemas cuando el fundador de UCD era presidente del Gobierno, algo que ahora parece una utopía.
El próximo martes, en la librería Taifa de Barcelona, en el barrio de Gracia, Gregorio Morán asistirá a la primera presentación de un libro inexistente, atendiendo a la invitación de los responsables del local para que hable de El cura y los mandarines, título que evoca al Duque de Alba.
Y allí Morán hablará también sin duda de la censura de su libro, probablemente con calificativos como los que empleó con ATLÁNTICA XXII para comentar el caso: “El problema no son los corruptos, son los idiotas, porque antes que corruptos son idiotas”.
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