
Gregorio Morán es escritor y periodista. Foto / Natalia Fernández.
Marcelino Suárez Baró, uno de los abogados de UGT que defendió al sindicato en el «Caso Cándano», se ha dirigido al periodista Gregorio Morán amenazándole con una demanda judicial y reclamándole 30.000 euros. La reclamación es por un artículo publicado el pasado mes de abril por Morán en La Vanguardia, donde el periodista publica una colaboración semanal.
El artículo llevaba por título “El reto periodístico de X. Cándano” y se basaba en la sanción de 20 días de empleo y sueldo que padeció en RTVE este periodista asturiano y director de ATLÁNTICA XXII, tras una denuncia de UGT. En su artículo Morán aludía especialmente al juicio celebrado en Oviedo y al que asistió personalmente.
La reclamación de Suárez Baró se basa, según subraya en un burofax que esta misma semana envió a Morán y a La Vanguardia, en los párrafos en los que el abogado es aludido, que son estos:
“Un espectáculo contemplar a dos abogados dentro de toda sospecha, representantes de UGT, inefables no solo por su incompetencia absoluta para el foro, sino porque además uno de ellos, Marcelino Suárez Baró, antiguo gerente del honorable cuerpo de Bomberos, pisó la sala de justicia como acusado de agresión y desacato a los agentes que le pillaron borracho perdido y a los que amenazó por sus contactos con las autoridades socialistas asturianas.
Del abogado Marcelino me quedo en ese momento crucial en el que, para descalificar a un testigo, lee un texto escrito por él y aparecido en Facebook y solidario con Xuan Cándano: ‘Aprovecho para mostrar el profundo asco que me dan los miserables comemierdas de la UGT que lo denunciaron sin motivo’. Y ahí el ilustre letrado don Marcelino, algo echado en carnes, se paró a comprobar el efecto que causaba en el señor juez Barril. Pero nadie tuvo los reflejos para, con la venia de su señoría, exigirle al letrado que continuase con el texto para no sacar las frases de contexto…”.
En el burofax, Suárez Baró, a través de su abogado, pide a Morán “que se retracte de todo lo dicho, pida disculpas, y lo haga con la misma publicidad con la que difamó a mi mandante, es decir publicándolo en el mismo medio de comunicación (La Vanguardia), con el mismo espacio, así como en Internet”.
Pero, haya o no rectificación, Suárez Baró pide a Morán y a La Vanguardia 30.000 euros “por los daños profesionales y morales padecidos, y por los que seguirán produciendo en el futuro, dada la amplia difusión en diferentes páginas de Internet, y la dificultad, por no decir imposibilidad, de eliminar totalmente dichas injurias”.
El texto del burofax acaba advirtiendo que “de no avenirse a esta justa, y entendemos que muy comedida reclamación, nos veremos obligados a proceder judicialmente contra D. Gregorio Morán y contra ese diario, cosa que haremos de no recibir una respuesta satisfactoria en el plazo de 15 días desde el recibo de la presente”.
El juicio por la demanda de Xuan Cándano, en el que se basaba el artículo de Gregorio Morán, finalizó con una sentencia favorable al director de ATLÁNTICA XXII, al que el juez levantó la sanción, además de criticar con dureza a UGT. Cándano recurrió a pesar de ello la sentencia al Tribunal Superior de Justicia de Asturias para que contemple también la vulneración de derechos fundamentales.
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