
Ilustración de Alberto Cimadevilla
Ninguna de las salvajes e injustas recetas neoliberales que imponen en Europa el Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional y la Unión Europea han tenido la mínima eficacia para superar la crisis. Por contra, la han agudizado, aumentando el paro hasta límites peligrosos socialmente e inadmisibles laboralmente en Estados como España. El crecimiento económico. esa gran palanca que mueve al capitalismo, está estancado o en clara recesión y no hay ninguna perspectiva racional que apunte hacia su recuperación.
Para algunos economistas y especialistas en otras áreas, poco apreciados por el poder económico y los medios de comunicación, la receta es exactamente la contraria: el decrecimiento económico. No se trata de seguir creciendo ilimitadamente, sino de repartir y decrecer, para salvar al planeta y a la humanidad.
ATLÁNTICA XXII se ocupó de la teoría del decrecimiento en diferentes números de la revista. En el 5 (noviembre de 2009) lo hizo Eduardo Menéndez Casares en el artículo que a continuación reproducimos.
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