Connect with us

Atlántica XXII

Italia, entre Renzi y Grillo

Afondando

Italia, entre Renzi y Grillo

El referéndum de hoy supone un pulso entre Matteo Renzi y Beppe Grillo. Foto / Roberto Monaldo (La Presse).

El referéndum de hoy supone un pulso entre Matteo Renzi y Beppe Grillo. Foto / Roberto Monaldo (La Presse).

Italia vuelve a ser noticia. Esta vez no se trata de algún disparate del inefable Silvio Berlusconi que, con sus 80 años recién cumplidos, está viviendo un lento pero inexorable ocaso político. El país, que vive prácticamente estancado desde hace más de una década, se encuentra con su antes sólido sistema bancario bajo la lupa de las instituciones europeas. The Economist ha llegado a definir Italia como el eslabón más débil de la zona Euro. El caso del más antiguo banco del mundo, el Monte dei Paschi de Siena que se encuentra en riesgo de quiebra, es sintomático. Sin embargo, no se trata solo de esto. También políticamente el Belpaese vive una situación complicada donde las incógnitas marcan el futuro de la cuarta economía europea. El 4 de diciembre se vota, de hecho, el referéndum sobre la reforma de la Constitución impulsada por el Gobierno de Matteo Renzi. Del resultado dependerán muchas cosas. Y ya hemos visto en estos últimos tiempos, entre el Brexit y Colombia, que los referendos los carga el diablo.

Steven Forti / Historiador e investigador del Instituto de Historia Contemporánea de la Universidade Nova de Lisboa.

El referéndum que cambiaría por completo el sistema político italiano, con la desaparición del sistema bicameral perfecto a través de la práctica abolición del Senado y del reforzamiento de poderes del Ejecutivo, se ha convertido en una consulta sobre Renzi y su Gobierno. Según Aldo Giannuli, profesor de Historia en la Universidad Statale de Milán y autor del recién publicado Da Gelli a Renzi, passando per Berlusconi, “si Renzi pierde, deberá dimitir y, dependiendo de la magnitud de su derrota, podrían convocarse nuevas elecciones a principios de 2017. Si gana, en cambio, no cambiará la ley electoral e impondrá elecciones en febrero para aprovechar el tirón de la victoria”.

La ley electoral, definida Italicum, es otro rompecabezas que añade complejidad a una situación de por sí ya bastante endiablada. Con el objetivo de resolver el problema de la ingobernabilidad del país, el Italicum es un sistema proporcional con un premio para el partido que supera el 40% de los votos, permitiendo así al ganador obtener el 55% de los escaños de la Cámara Baja. Si nadie llega al 40%, habría una segunda vuelta. Renzi quiso la ley tras su holgada victoria en las europeas de 2014, esperando así poder garantizarse una amplia mayoría parlamentaria que se reforzaría con el Gobierno fuerte que permitiría la reforma de la constitución. Pero las cosas en el último año han cambiado rápidamente: en las elecciones municipales del pasado junio, el Movimiento 5 Estrellas (M5S, sus siglas en italiano), que está haciendo campaña para el “no” en el referéndum de diciembre junto a un heterogéneo conjunto que reúne también a Berlusconi, la Liga Norte y lo que queda de la izquierda, ha conquistado las Alcaldías de Roma y Turín y ha aumentado sus posibilidades de convertirse en el primer partido a nivel nacional. Así que Renzi, que vive con miedo una posible segunda vuelta en que competirían el Partido Demócrata (PD) y el M5E, se ha planteado reformar la ley electoral.

El examen de 5 Estrellas

Las victorias en las municipales de junio están poniendo por primera vez a prueba el movimiento fundado por el cómico Beppe Grillo. Hasta ahora el M5S no había gobernado nunca, aparte de pequeñas ciudades, entre las cuales destacan algunas capitales de provincia, como Parma. Y ya se sabe que es muy distinto gobernar o estar en la oposición, sobre todo por un movimiento que encuentra su razón de ser en la crítica a la casta política y a los partidos del establishment. Según Daniele Serapiglia, investigador del Instituto de Historia Contemporánea de la Universidade Nova de Lisboa, el M5S “puede presentarse como la única alternativa creíble a los partidos que se consideran responsables de la crisis, además de poder contar sobre una cierta transversalidad política gracias a su supuesto apartidismo que lo hace atractivo tanto para los electores de izquierda como para los de derecha”.

Pero la experiencia de Parma, que en su día los grillini definieron el inicio de la Tercera República, es paradigmática acerca del M5S ya que, según Serapiglia, fue “el primer banco de prueba que enseñó a los 5 Estrellas la diferencia entre la propaganda electoral y el Gobierno”, poniendo de manifiesto los problemas de democracia interna en el movimiento que se han ido agravando hasta llegar a la marginación del alcalde de Parma, Federico Pizzarotti, por parte del vértice del M5S, representado por Grillo y el misterioso gurú Gianroberto Casaleggio, recién desaparecido.

Hay muchas dudas sobre lo que es y lo que representa realmente esta formación que ha entrado con fuerza en el panorama político italiano en las elecciones generales de 2013, cosechando más del 25% de los votos. Serapiglia apunta que los 5 Estrellas son “un partido aún en construcción cuya estructura podremos juzgar solo al final”, mientras que Giacomo Russo Spena, periodista de MicroMega, subraya que “es un movimiento heterogéneo que depende de territorio a territorio”. En Roma estuvo siempre ligado a sectores de la derecha local, mientras que en Piamonte viene de las luchas No Tav, el movimiento contra la construcción de la línea de trenes de alta velocidad. Unas diferencias que se perciben en el pasado de Chiara Appendino y Virginia Raggi, las actuales alcaldesas penta-estrelladas de Turín y Roma. “Si Appendino viene del mundo new global y se ha formado en las luchas contra la Tav, Raggi es una abogada que, antes de convertirse en concejala del M5S en Roma, trabajaba en el estudio de Cesare Previti, hombre cercano a Berlusconi”, apunta Russo Spena.

Turín y Roma, mundos distintos

Y efectivamente estas diferencias se han percibido también en los primeros cien días de gestión en los Ayuntamientos, donde los 5 Estrellas gobiernan con mayoría absoluta. En Turín la percepción generalizada es que Appendino está trabajando bien, tanto que el semanario L’Espresso, hermanado al diario La Repubblica, que hizo una campaña muy dura contra Grillo, le dedicó un artículo halagador. “Se debe tener en cuenta que su padre fue el vicepresidente de la patronal piamontesa. Appendino se sabe mover con naturalidad en aquellos ambientes”, comenta Giannuli.

Según Jacopo Rosatelli, activista turinés de izquierda y colaborador del diario Il manifesto, Appendino “está trabajando en modo sabiamente prudente, sin renunciar a rupturas significativas con el pasado”, como el bloqueo de algunos pelotazos en el sector de la construcción o el nombramiento de una investigadora precaria de izquierdas en el consejo de la poderosa fundación bancaria Sanpaolo. De momento, añade Rosatelli, “el Gobierno municipal parece cohesionado, la alcaldesa ejerce un eficaz liderazgo y su popularidad en la ciudad es alta”. La estabilidad municipal se debe también al enraizamiento territorial del M5S y las buenas relaciones con movimientos y realidades sociales: “Los activistas históricos son antiguos electores de izquierdas decepcionados, gente de la lucha No Tav, militantes de los sindicatos de base y de las organizaciones ecologistas”, apunta Rosatelli.

Gianroberto Casaleggio, gurú del Movimiento 5 Estrellas, recientemente fallecido. Foto / Luca Zennaro (ANSA).

Gianroberto Casaleggio, gurú del Movimiento 5 Estrellas, recientemente fallecido. Foto / Luca Zennaro (ANSA).

Bien distinto es el caso de Roma, a partir de la situación de las mismas ciudades. “Turín tiene un buen estado de salud, Roma es un enfermo en condiciones muy graves”, señala Serapiglia. Según Russo Spena, la capital italiana es “una ciudad ingobernable con una deuda de 14.000 millones de euros. Sus cuatro grandes problemas son la basura, el transporte público, la corrupción y las periferias”. Tras estos primeros meses, marcados por dimisiones de regidores y nuevos escándalos, “es pronto para dar un juicio, pero es cierto también que Raggi no ha hecho nada”, añade Russo Spena. “La ciudad está parada desde junio. Hay un total inmovilismo. Tomó solo una decisión importante que puede ser una señal para el futuro: el ‘no’ a los Juegos Olímpicos de 2024, que ha significado oponerse a los poderes fácticos”. Según Giannuli, en la situación romana ha pesado “una mezcla de luchas internas en el movimiento y la obsesión de los grillini por el justicialismo” (apelación a la justicia frente a la corrupción), que se les ha vuelto en contra.

Raggi cosechó resultados espectaculares en las periferias romanas, completamente abandonadas desde hace años, llegando también al 80% de los votos en algunos distritos. El M5S “representa el voto de ruptura y de protesta, el vaffanculo contra el mal gobierno de Mafia capitale [el escándalo de corrupción y relaciones con sectores criminales que explotó hace dos años] en que han estado implicados tanto la derecha como sectores del PD”, explica Russo Spena. Sin embargo, la mayoría de los electos 5 Estrellas no tiene una formación política y no viene del activismo social: “Son el ejemplo del ciudadano común. No saben hacer política y no se plantean el problema de las instituciones. Es muy distinto respecto a Podemos o Barcelona en Comú”, señala Russo Spena. “Está pasando lo mismo que en el Parlamento italiano en 2013. Al principio era un caos, pero poco a poco han estudiado y han mejorado. A ver si mejoran también en Roma”.

Los activistas del movimiento municipalista Decide Roma apuntan que en el Gobierno de Raggi “falta una visión política global. Percibimos el gran deseo de cambio mostrado con el voto de junio, pero estamos también muy preocupados por las lógicas autorreferenciales del M5S”. Según estos activistas, el movimiento choca con un problema jamás resuelto, el de la relación entre democracia directa y centralismo de las decisiones: “Raggi debe decidir si abrirse de veras a la sociedad y enfrentarse al Gobierno de Renzi”.

El crucial referéndum

El historiador Aldo Giannuli, considerado cercano al M5S, señala que la situación caótica vivida en Roma en estos primeros meses del Gobierno de Virginia Raggi es “la consecuencia de la muerte de Casaleggio”, el fundador, junto a Grillo, del Movimiento 5 Estrellas. Con la desaparición de Casaleggio, “Grillo se dio cuenta que no había ninguna referencia dentro del movimiento y decidió intervenir personalmente, desautorizando al directorio que había nombrado en 2014 y gestionando él la situación. A Raggi le ha dado tiempo hasta enero y luego ya se verá”.

Según Giannuli, la crisis de Roma pone de manifiesto los problemas de fondo del M5S: “¿Cómo se eligen los candidatos la próxima vez? ¿Con una plataforma web? ¿Vale aún la limitación de dos legislaturas? Hay mucho nerviosismo”. Y las dudas sobre la nueva ley electoral añaden aún más tensiones y confusión. “Los 5 Estrellas podrían ganar solo con dos condiciones: que se quede la segunda vuelta donde cosecharían muchísimos votos como se vio en las municipales y que la derecha, ahora dividida entre el berlusconismo en horas bajas, sectores que apoyan a Renzi y la Liga Norte, no vuelva a unificarse. Pero el M5S vive de una ilusión porque Renzi cambiará la ley electoral”.

Todos son conscientes que el referéndum de diciembre será clave. “Si gana el ‘no’, los 5 Estrellas pueden aspirar a una victoria en las generales. Si gana el ‘sí’, será una victoria por goleada de Renzi. Este voto es crucial”, zanja Russo Spena. Sin embargo, como apunta Giannuli, “Roma no es Parma”. En la capital italiana el movimiento se juega mucho de cara sobre todo a las próximas elecciones generales. “La experiencia romana podría también marcar el inicio del declive del M5S”, señala Serapiglia. “Pero de los grandes fracasos pueden surgir también realidades consolidadas”.

En 1994 el fin, tras solo ocho meses, del primer Gobierno de Berlusconi parecía la desaparición de la escena política de Il Cavaliere. No ha sido así. La historia nunca se repite, pero también es verdad que tampoco está escrita, sobre todo en estos tiempos tan convulsos. Las primeras respuestas para el futuro del rompecabezas italiano las tendremos el 4 de diciembre cuando se conozcan los resultados del referéndum y, de momento, parecen resumirse en una disyuntiva: o Renzi o Grillo.

PUBLICADO EN ATLÁNTICA XXII Nº 47, NOVIEMBRE DE 2016

Continue Reading
Click to comment

You must be logged in to post a comment Login

Leave a Reply

Más en la categoría Afondando

  • Afondando

    La última nigromante

    By

    Un retrato de A Bruxa de Brañavara, nacida hace cien años y una de las últimas...

  • Afondando

    La maraña del enchufismo

    By

    Artículo publicado en el número 61 de nuestra edición de papel (marzo de 2019) como inicio...

  • Afondando

    País

    By

      Artículo publicado en el número 61 de la edición de papel del número 61 de...

  • Afondando

    El Daglas

    By

    Cuento e ilustraciones extraídos del libro Los niños de humo, de la editorial Pez de Plata,...

  • Afondando

    El espejo ultra de Salvini

    By

    Esta artículo pertenece al número 60 de ATLÁNTICA XXII. El país que fue referente de la...

Último número

To Top