
Cueva de La Trapa, a las afueras de Oviedo, donde recientemente aparecieron falsas pinturas prehistóricas. Foto / Iván Martínez.
Blanca M. García / Periodista.
La inconsciencia o la falta de conocimientos de la mayoría de la población para poder diferenciar una obra auténtica de una falsificación no solo han provocado que a lo largo de la historia hayan pasado por buenas pinturas y grabados rupestres que no lo eran, sino que han hecho que se cometan auténticas atrocidades en el patrimonio histórico-artístico de la cornisa cantábrica.
La arqueóloga María Noval Fonseca denuncia que existen cuevas con arte prehistórico donde se pueden observar firmas o grafitis próximos o pegados a las propias pinturas. Este ha sido el caso de la cueva de Las Herrerías (La Pereda, Llanes), en cuya gruta fueron localizadas pinturas del Magdaleniense Superior. Lo mismo ha ocurrido en la de Balmori (Llanes) e, incluso, en la famosa cueva de Candamo (San Román, Candamo). “La afición del hombre moderno por dejar su firma en las paredes es inexplicable”, dice.
Noval fue responsable del seguimiento de los trabajos arqueológicos realizados en el tramo Unquera-Llanes durante las obras de la autovía del Cantábrico, lo que la llevó a descubrir grutas “auténticas y garantizadas” que no habían sido inventariadas hasta entonces por la Consejería de Cultura del Principado. Las voladuras que se llevaron a cabo durante las obras sacaron al descubierto cavidades no solo con restos arqueológicos, sino también yacimientos paleontológicos que se encontraban “intactos”, al haber permanecido cerrado su acceso durante miles de años.
Entre las más destacadas figura el yacimiento de Jou Puerta (Puertas de Vidiago, Llanes), que era una trampa natural donde, en este caso, se recuperaron más de mil restos de diez especies de animales que habitaron estas tierras hace entre 30.000 y 36.000 años, y que se encontraban en un estado de conservación excepcional. Por desgracia, la cavidad quedó destruida y tapada para siempre poco después de su descubrimiento, en julio de 2011, para poder continuar con las obras de ejecución de la autovía. Otra de las más importantes fue la cueva de Tempranas (Posada, Llanes), donde fueron localizados grabados prehistóricos realizados con los dedos sobre una pared de arcilla blanda. Esta última fue sellada una vez estudiada para garantizar que se mantuvieran la conservación de la humedad, temperatura y composición del aire, evitando poner en peligro los grabados.
PUBLICADO EN ATLÁNTICA XXII Nº 40, SEPTIEMBRE DE 2015
You must be logged in to post a comment Login