
La nave del polígono del Espíritu Santo donde se guardaba parte de la colección de arte de Cajastur. Tiene los rótulos quitados. Foto / Imanol Rimada.
La decisión de la Fundación Cajastur de no admitir a la representante elegida por el Ayuntamiento de Gijón y la noticia de que Liberbank se ha quedado con la mayor parte de su colección de arte refuerzan la sensación de que el banco intenta completar el expolio patrimonial de la antigua Caja de Ahorros, que ha prescindido por entero de su obra cultural.
Luis Feás Costilla / Periodista.
El veto a la representante del Ayuntamiento de Gijón, la abogada Marta Rodil, especializada en derecho laboral, se produjo tras su elección en el Pleno del pasado mes de noviembre. El Ayuntamiento de Gijón, como entidad fundadora, tiene derecho a nombrar un representante en la Fundación Bancaria Cajastur, surgida en 2014 en cumplimiento de la Ley de Cajas de Ahorros y Fundaciones Bancarias de 2013, que supuso la transformación de la Caja de Ahorros de Asturias y su integración en Liberbank.
El nombramiento se produjo gracias a los votos de los concejales de Foro Asturias y Xixón Sí Puede, aunque con la negativa de PSOE, PP y Ciudadanos. IU se abstuvo. La persona elegida no puede ostentar ningún cargo público ni orgánico de partido, sindicato u organización empresarial. Rodil, con más de veinte años de profesión, ha defendido en los tribunales a los trabajadores en procesos tan destacados como los de Tenneco, Soft Computing, Sedes y, también, Liberbank, cuyo ERE ayudó a tumbar. Suele trabajar en contacto con la Corriente Sindical de Izquierda (CSI), mayoritaria en el comité de empresa del banco.
Veto de los patronos
En marzo, la Fundación Cajastur no dio su visto bueno a ese nombramiento. Los estatutos imponen que los nuevos representantes tengan el voto favorable de la mayoría absoluta de los miembros del patronato y Marta Rodil no consiguió esos apoyos. Los estatutos de la fundación bancaria fijan un abanico de entre 5 y 15 patronos y en estos momentos son 7, además del presidente, vicepresidente, secretario y director general, incluido Jaime Montalvo, que fue nombrado unos meses antes en representación de la otra entidad fundadora, la Junta General del Principado, y en sustitución de Manuel Menéndez, consejero delegado de Liberbank, que ostentó también la presidencia de la Fundación Bancaria hasta el límite permitido por la ley.
El rechazo ha creado un enorme malestar en el Ayuntamiento. Un informe jurídico municipal plantea quejarse ante el Protectorado ministerial que controla a las fundaciones bancarias o, en su caso, emprender la acción judicial por la vía civil. La alcaldesa Carmen Moriyón, de Foro Asturias, apuesta por comunicar la cuestión al Protectorado y dejar la vía judicial para una etapa posterior. Xixón Sí Puede, por su parte, ha iniciado una recogida de firmas en colaboración con otras entidades culturales y sociales, que también plantean otro tipo de acciones que visibilicen la protesta. XSP reclama que la Fundación dé a conocer el acta de la reunión del Patronato en que se decidió ese rechazo: “Queremos saber cuántos patrones asistieron a esa reunión y las razones en las que basaron su rechazo si así lo explicitaron”.
“No tenemos constancia de que Carlos López Otín, Margarita Salas, Guillermo Gonzalo Mañana Vázquez o Alejandro Fernández González, presidente de Alimerka, asistieran a esa reunión y qué les pudo llevar, en el caso de que así fuera, a votar en contra de la representante del Ayuntamiento”, explica el portavoz de Xixón Sí Puede, Mario Suárez del Fueyo. “Podemos encontrarnos con la sorpresa de que en esa reunión únicamente se encontraran únicamente tres o cuatro personas”, añade.
Patrimonio artístico e inmobiliario
Mayor sorpresa si cabe ha producido la noticia, publicada por las periodistas Pilar Rubiera y Mercedes Marqués en el diario La Nueva España, de que la fusión en Liberbank supuso la partición en dos de la colección de arte de Cajastur. El banco se adjudicó los fondos adquiridos hasta 1999, es decir, el grueso de la colección, mientras que el resto se quedaría en la Fundación Cajastur, desligada desde su conversión de toda actividad cultural.
Se habla de que la colección de Cajastur, compuesta por pinturas, esculturas, dibujos y fotografías, podría estar integrada por unas 3.000 obras, que en su mayor parte habrían pasado a Liberbank. La correspondiente a la Fundación Cajastur, de obras adquiridas después del año 2000, podría ser solo testimonial. La mayoría de los expertos consultados consideran que la colección de Cajastur, que incluye obra de los principales artistas asturianos y otros muchos nacionales e internacionales, es crucial para el conocimiento de la cultura y el arte de Asturias en el siglo XX, así como de su historia. El reparto genera dudas sobre su continuidad en territorio asturiano.
Xixón Sí Puede también se pregunta por otro valioso legado patrimonial, el inmobiliario, que tiene su emblema en la principal propiedad de la Fundación Cajastur, el Palacio Revillagigedo, pero también afecta a otros edificios importantes de Gijón y Oviedo. El grupo municipal resalta que no se tiene conocimiento de las particularidades de la venta efectuada el 30 de diciembre de 2015 por parte de la Fundación Cajastur a Liberbank de bienes inmuebles por valor de 3.097.286,08 euros, cuestión por la que preguntará en el Pleno del Ayuntamiento de Gijón.
Por su parte, el que fuera director de la Obra Social y Cultural de Cajastur en su época de mayor esplendor, Blas Fernández Gallego, ha iniciado por su propia cuenta una campaña en prensa y redes sociales en defensa de que la colección de arte de Cajastur se quede íntegra y de forma permanente en Asturias, en tanto que parte implicada en su formación y desde la libertad que le otorga su edad y estar ya jubilado de sus responsabilidades en la antigua Caja de Ahorros.
PUBLICADO EN ATLÁNTICA XXII Nº 50, MAYO DE 2017
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