Afondando
Lo que IU debe aprender de sus pactos con el PSOE

En Asturias un bronco enfrentamiento interno acabó en la ruptura de Izquierda Unida y el PCA / Mario Rojas
Daniel Mari Ripa / Investigador Severo Ochoa (FICYT) en el Departamento de Psicología de la Universidad de Oviedo. IU ha votado a favor de la investidura de Javier Fernández en Asturias, en un acuerdo que llevará a Jesús Iglesias al Senado, una cámara con escasa utilidad política, como ha hecho hincapié el 15-M. Tras la reunión del Consejo Político de IU el 21 de mayo, la coalición ha abierto un proceso de negociación con la Federación Socialista Asturiana (FSA) para conformar Gobierno que tendrá que ser refrendado en referéndum entre su militancia el 24 de mayo. La decisión contó con un alto rechazo dentro de ese órgano, más del 38%, que se suma a la negativa de la corriente crítica Voces para el Cambio y la decisión de asambleas locales como la de Mieres (la localidad donde IU obtuvo el 26,85% de apoyo el pasado 25 de marzo y su Ayuntamiento más importante en Asturias). La dirección y la militancia de este partido harían bien en tener presentes los 10 principales errores cometidos por IU al decidir formar parte de Gobiernos con el PSOE.
Error 1: El pez gordo se come al chico
La entrada de la izquierda transformadora en Gobiernos encabezados por el PSOE les da recursos y presencia en medios de comunicación. Gracias a esos recursos, suplen la falta de militantes. Con la publicidad institucional, transmiten sensación de ‘utilidad’ (consiguen cosas). Eso genera el ‘mito’ de que es positiva esa decisión. Nada más lejos de la realidad. En la práctica, las contradicciones de la izquierda se hacen más visibles en el Gobierno, lo que reduce la militancia y, al sustituir a ésta por liberados, el partido se hace más vulnerable a la visión mostrada de él por los medios de comunicación. La política actual ha de ser 2.0., y realizada por simpatizantes en redes sociales, y no por liberados. De hecho, la historia reciente de los pactos de gobierno del PSOE con los partidos a su izquierda no arroja horizontes esperanzadores: en el mejor de los casos, el partido se estabiliza electoralmente; en el peor, sufre caídas bruscas. En La estaca (Mari, 2011) señalábamos varios ejemplos: la coalición PSOE-IU en Asturias (2003-2011) hizo que esta última pasara del 11,31% al 10,3%. En 2003, ERC e ICV conformaron un tripartito con el PSC. ERC pasó de 23 diputados en 2003 a 10 en 2010, tras sufrir varias escisiones. ICV -más ‘mimado’ por los medios, frente al ‘socio malo’ de ERC- comenzó con el 7,28% en 2003 y terminó con el 7,39% en 2010 (y un diputado más), menos que los 9,56% de 2006 -fecha en la que se hizo con la Consellería de Interior-. En 1999 el PSOE formó coalición con los ecosocialistas y nacionalistas del Partit Socialista de Mallorca (del 11,7% al 7,9%, cuatro años después) y con Els Verds-Izquierda Unida en Baleares (del 5,5% al 4,9%). Idénticos resultados sufrió el BNG en Vigo, Ourense, Santiago, A Coruña y Lugo y a nivel autonómico (del 18,7% al 16,28%), pero no en Pontevedra, donde eran ellos quienes encabezaron la coalición. Los ejemplos sugieren que, en un Gobierno con el PSOE, “el pez gordo se come al chico”.
Error 2: Dar media vuelta a mitad de montaña
Con las calles en plena efervescencia y movilización social, IU podría ser altavoz de las demandas ciudadanas en los Parlamentos. Con los recortes yendo a más -para pagar nuevos intereses de la deuda-, la crispación aumentará. Syriza ha dado en Grecia el sorpasso, superando al PASOK tras una firme confrontación al bipartidismo. La entrada en el Gobierno de Andalucía (y, en su caso, en Asturias) corta el proceso de crecimiento de IU: este partido no había tocado techo y acababa de doblar resultados en Andalucía. No había llegado a la cima de la montaña, frenando su conversión en alternativa de gobierno.
Error 3: Dar el portazo al 15-M
El pacto de gobierno deja huérfana a una parte de la ciudadanía: quien te aplica los recortes no puede ser tu referente político en la lucha contra estos. Más allá, IU, desde el Gobierno, se aleja de las bases más militantes en la órbita del 15-M. De hecho, los sectores de IU que mejor habían conectado con este movimiento en Andalucía son los que están en contra del pacto (uno de los encuentros estatales del 15-M tuvo lugar en Marinaleda). El 15-M se verá obligado a dirigir sus propuestas de una forma autónoma a este partido -más aún- y de oponerse a él si quiere dar voz a una ciudadanía para la que el PSOE es parte del establishment político.
Error 4: Legitimar al PSOE
El PSOE aumentó la edad de jubilación hasta los 67 años, introdujo reformas laborales regresivas (que le valieron una huelga general), redujo el salario a funcionarios, modificó la Constitución para incluir el pago de la deuda. Comenzó los planes de ajuste y a buen seguro hubiera seguido en esa línea de haber ganado nuevamente las elecciones. El partido pretende lanzar el mito de que ellos han representado la defensa del Estado del Bienestar frente a tendencias de los mercados que pretendían acabar con él. El pacto de Izquierda Unida con el PSOE refuerza esa idea: el PSOE hizo lo que pudo y son un partido que defiende los servicios públicos. ¿Qué es peor para la salud: el recorte de 10.000 millones del PP o que toda la población trabaje dos años más de su vida? ¿Quién será ahora la voz del recuerdo ante las políticas llevadas a cabo por el PSOE? Más allá, el crecimiento de IU está directamente relacionado con esa memoria histórica que recuerda que PSOE y PP están de acuerdo en lo fundamental.
Error 5: Nuevas tensiones internas
Para la izquierda del PSOE es más fácil unificarse en la oposición. La entrada en Gobiernos hace visibles contradicciones que hasta entonces no existían. ¿Se puede dirigir a la policía siendo un partido de izquierdas y altermundista, como intentó ICV?¿Se puede apoyar la encarcelación de Cándido y Morala como subsidiariamente -con el PSOE- tuvo que hacer IU en Gijón y Asturias? En Asturias, estas tensiones acrecentaron el conflicto -y ruptura- con el PCA y la toma del partido por sus cargos institucionales. CHA o ERC culminaron con escisiones su paso por el Gobierno, algo que ya está sucediendo en Andalucía, donde el sector encabezado por Gordillo está en el disparadero de salida tras la abstención de éste en la investidura de Griñán. Los conflictos se extenderán a nivel estatal, escenario que la carta abierta de Henar Moreno, coordinadora de IU en La Rioja, parece intuir. La salida de militancia causará pérdida de poder en la calle y reducirá, como consecuencia, el poder de negociación de este partido.
Error 6: No haber vendido más cara la piel del oso
La dirección de IU en Andalucía, al descartar la posibilidad de abstenerse en la investidura de Griñán o de apoyarla sin entrar en el Gobierno (concediendo apoyos externos puntuales según las políticas que se llevasen a cabo), solo tiene una opción: el pacto de gobierno. En ese sentido, si la única posibilidad es el pacto, la mitad de la fuerza de negociación ya está perdida. No hay alternativa al no apoyo y el PSOE lo usa para negociar a la baja las condiciones del pacto y para asumir solo vagos compromisos políticos. Una vez en el Gobierno, será mucho más difícil presionar, ya que el PSOE siempre podrá acusar a IU de querer dinamitar el Gobierno y forzar la convocatoria de elecciones, en una situación de debilidad para la coalición.
Error 7: Las medallas, para el PSOE
IU en Andalucía gestionará Fomento, Turismo y Administraciones públicas (vaciadas de competencias). En un contexto de recortes sociales, lo único que los votantes de IU podrían valorar sería el ser garantes desde el Gobierno del Estado del Bienestar, posición que defenderá el PSOE desde sus Consejerías de Sanidad, Educación y Servicios Sociales. Ellos se colgarán las medallas de los éxitos -acrecentadas por ostentar la Presidencia-, mientras que los fracasos serán socializados por todo el Gobierno.
Error 8: Lo importante no se cambia desde el Gobierno
¿Si se quieren cambiar cosas hay que hacerlo desde el Gobierno? Eso es cuestionable: son las pequeñas cosas las que se cambian desde el Gobierno, mientras que los grandes cambios (p. ej., la reforma agraria en Andalucía) se enfrentan a fuertes reticencias desde el poder. Éstas sólo pueden ser confrontadas con una gran fuerza de movilización y presión -algo que da inestabilidad al Ejecutivo-. Alertaba Julio Anguita de que un Gobierno que, tras recibir el voto, pedía a la gente que volviera a sus casas no tenía ninguna intención de alterar las desigualdades sociales. ¿La razón? Que sin la movilización popular (y a veces incluso con ella), la única fuerza de influencia era la representada por los grandes intereses económicos del sistema neoliberal. Cualquier partido político que, en vez de apoyarse en la movilización, la desactiva, no podrá cambiar nada.
Error 9: Gobernar con perros viejos
Cuando se pregunta a las gentes de Esquerra Republicana por qué eligieron en 2003 al PSC en lugar de a CiU, recuerdan que cualquier acción que hubieran desarrollado hubiera sido minada por esa sub-estructura de experiencia y poder en la sombra que CiU, tras 23 años en el Gobierno, había construido. IU en Andalucía se va a llevar una sorpresa: el PSOE va a conocer mucho mejor que ellos las Consejerías que controlan y muchos de los propios trabajadores (fijos) de éstas tendrán carnet del PSOE. El enemigo lo tendrán dentro.
Error 10: ¡No sonrías cuando te disparan en la pierna!
Una vez que el PSOE ha apostado por el pago prioritario de la deuda y por la financiación pública del sistema bancario, lo único que se dilucida es cómo se va a repartir el recorte entre las diferentes áreas (afectando a Sanidad y Educación, las que mayor presupuesto autonómico reciben). IU va a tener que sonreír hacia fuera mientras aplica la tijera. En Andalucía, a la semana de la firma del pacto ya han presentado el mayor recorte de la historia de esa Comunidad Autónoma (2.500 millones de recorte, incremento jornada laboral a fijos y reducción a interinos, disminución pagas funcionarios). En Asturias, cualquier pacto vendría con un caramelo envenenado: 618 millones de recortes obligatorios en 2012. Además, la necesidad de ser apoyados externamente por UPyD, para contar con mayoría ante FAC y PP, les hace ser rehenes de UPyD e incrementará las tensiones internas y externas de IU. ¿Cuál será su fuerza para presionar al PSOE -en temas sociales, lingüísticos o de autogobierno- una vez que éste necesitará siempre negociar posteriormente con UPyD? En realidad, el partido magenta dará la coartada perfecta al PSOE para disciplinar a IU en los temas más sensibles, argumentando que no lo hacen por voluntad propia.

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